Claves para una cuarentena positiva

Claves para una cuarentena positiva

Literalmente la cuarentena se prolonga bajo la angustia de más contagiados por la covid-19, más personas fallecidas, más aislados y mayor riesgo comunitario de contaminación. Como toda pandemia y como toda crisis impacta más a los de mayores riesgos psicosociales, a los más pobres, a los que viven en hacinamiento y a los mayores de 60 años que padezcan de enfermedades catastróficas no trasmisibles.
La crisis es sanitaria, global, regional local, pero las repercusiones son también económicas, sociales, psicológicas, emocionales, de parejas y familiares.
Hoy sabemos que después de la cuarentena han aumentado los trastornos de ansiedad, pánico, estrés agudo, nerviosismo, insomnio, depresión, desesperanza, miedo y paranoia. Pero también han aumentado los conflictos de parejas dentro de las casas debido a la irritabilidad, tensión, estrés, trabajo doméstico, intolerancia, impotencia, limitaciones económicas, redes sociales, celos e infidelidad virtual.
Esos conflictos de pareja han repercutido en los hijos, a través de la violencia doméstica, aumentos de las peleas, castigos, maltratos infantiles, etc.
Todo este impacto en la salud mental de las personas va a duplicarse y en aquellas personas que padecen o tienen tratamiento por una condición mental los conflictos se pueden triplicar, así como también a los que entran en periodo de abstinencia por alcoholismo, juegos compulsivos o drogas ilegales.
Como se puede reflexionar el coronavirus afecta de forma sistémica o multifactorial en cada área de relación en la salud, interpersonal o grupal.
Estas crisis impactan siempre y dejan resultados psicosociales: divorcios, familias rotas, pérdida de trabajos, deudas, depresión, ansiedad y suicidio. Sin embargo, algo no valorado es la estigmatización que deja en las personas contagiadas, que sufren de rechazo social, discriminación, bulling, o el propio distanciamiento social, como ha sucedido con chinos, italianos o españoles en todo el mundo.
Como psiquiatra y psicoterapeuta he tenido que asistir a personas através de las redes con estos tipos de conflictos y crisis dándoles algunas pautas y recomendaciones psicológicas y emocionales para manejar la cuarentena de forma positiva, claves como: reunir a la familia y distribuir los quehaceres domésticos desde los padres, adolescentes, niños, tíos o abuelos que vivan en la casa. Segundo, administrar el tiempo de forma equilibrada desde horarios para dormir, comer, hacer ejercicio, ver televisión juntos, escuchar música, practicar la creatividad con los pequeños o darse masajes los unos a otros, ver fotos de bodas, cumpleaños, de vacaciones que les recuerden momentos agradables y divertidos.
Tercero, los padres y los hijos que van a pasar mucho tiempo juntos, recordad que no son momentos para criticar, enojos, desautorizar, chismear, crear desavenencias, pleitos y hablar de cosas tóxicas que afectan la convivencia.
Cuatro, prefiera la comunicación asertiva y positiva que refuercen las conductas positivas, ejemplo, me gusta tu compañía, haces las cosas bien, tienes talento, eres inteligente, gracias por tu apoyo, me comprendes, perdón si te he ofendido, todo se supera, saldremos adelante, etc…
Quinto, de presentarse alguna desavenencia o conflicto, durante el enojo es mejor guardar silencio, retirarse del lugar por unos minutos para luego ya calmado hablar de forma inteligente, pedir excusa o perdonar y estar dispuestos a la integración familiar.
Sexto, reunir a la familia para que los padres hablen de su realidad económica, sobre la austeridad, la prioridad en el gasto, con los alimentos, la planificación y sobre las finanzas personales. Pero también de los sueños y los propósitos de cada uno.
Séptimo, elegir las metas, objetivos, planes y proyectos después de la pandemia del coronavirus, hacia donde va la familia, la pareja con sus estrategias de vida.
Octavo, practicar la resiliencia social, la fortaleza emocional, el manejo positivo de las adversidades y las crisis.
De esta pandemia, esta adversidad saldremos fortalecidos con el aprendizaje de vivir una cuarentena positiva, de reciprocidad, de solidaridad, de altruismo y afectividad, pero sobre todo de esperanza, de amor y paz, bajo nuevos tratos para una convivencia oxigenante y nutriente.
Las crisis tienen virtudes, enseñanzas y estimulan a nuevos cambios en el estilo de vida. Debemos de aprender a quedarnos en casa por el tiempo que sea necesario, pero que sea de forma positiva.