La extracción indiscriminada de materiales de construcción del río Yuna por parte de las granceras provocó la reacción de la Coalición Ecológica y Popular de Bonao, que al grito de «fuera, fuera las granceras» se quejaron de la mirada indiferente del Ministerio de Medio Ambiente y la falta de sanciones ante el atentado ecológico.
El sacerdote Fausto García y Yatnna Álvarez tomaron la palabra en representación de la coalición y denunciaron que en Bonao en la provincia Monseñor Nouel, a raíz de las embestidas mineras que tienen a cielo abierto, en las zonas cercanas se ven en la obligación de hacer una defensa radical de los recursos naturales.
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«Hoy el rio Yuna es un poquito de agua, que se puede cruzar sin que se mojen los zapatos. A raíz de la extracción de los minerales de las granceras, como la arena, la gravilla y demás, el río está prácticamente seco, está desapareciendo a paso gigante», aseguró el sacerdote Fausto García.
Según explicó, ya hay zonas donde no existe ni agua, ni árboles, ni tierra, sino que es un desierto totalmente que está quedando en el entorno de la rivera del rio Yuna.
“El Yuna se nos muere ante nuestros ojo y prácticamente el ministerio de Medio Ambiente es nulo en nuestra provincia Monseñor Nouel, porque la pequeña medida tomada en días pasados, es nada con lo que hay que hacer”, dijo Fausto García.
La coalición dio lectura a un comunicado donde recomendó ubicar la extracción de agregados para la construcción en las colas de las presas sedimentadas y advirtió sus miembros estarán en pie lucha y no descansarán hasta que el gobierno y las autoridades de medio ambiente tomen “verdaderas medidas” donde decomisen maquinarias y sancionen a los depredadores sin importar del partido que sean.