Los comercios que no venden comestibles, medicamentos o bebidas alcohólicas, son los que más le ha costado recuperarse económicamente, afirmó el expresidente de la Asociación de Comercios de la Duarte, Manolito Fernández, quien no ve con optimismo que la celebración del Día de las Madres provoque un dinamismo en las ventas.
Como gerente de la tienda La Gran Vía, Fernández precisó que faltando dos días para este evento, solo ha observado que la gente va en busca de artículos del núcleo familiar, no un regalo para agasajar a las madres.
«Tenemos algunos clientes comprando lozas, calderos, cubiertos, algunos electrodomésticos, pero si te das cuentas, el tipo de producto que la gente está comprando y la cantidad que se lleva es que está reponiendo las cosas que se le han roto en la casa debido al confinamiento por la pandemia», expresó.
En una acera de la intersección de las avenidas Duarte con París, se encontraba Juan Montes de Oca, un vendedor de extensiones de pelo sintético, mixto y 100% humano. Declaró que no hizo una inversión mayor en su negocio para esta semana porque previno que las ventas estarían flojas.
«Espero que a partir de mañana y el domingo se venda algo pero. No hice inversión mayor porque sé que las cosas no están buenas, no vale la pena», expresó.
Al cuestionársele cómo le fue el año pasado, aseguró que a finales de mayo 2020, en plena pandemia, le fue mejor, gracias a que luego de un estricto confinamiento el país duró una semana sin medidas contra covid-19, permitiendo que las personas pudieran salir de sus casas.
Fernández difiere de estas declaraciones, calificando la apertura del fin de semana de las Madres del año pasado como un «resurgir» de las ventas, no un aumento.
En la tienda La Gran Vía estaba Pedro Fernández, un adulto mayor que se dedica a la venta de galletas, lamentando no tener con vida a su madre, señaló que las condiciones económicas actuales impedirán la compra masiva de regalos.
«Todos tenemos hambre de celebrar el Día de las Madres, especialmente el que la tiene viva, la situación económicamente hablando no está muy fructífera para uno pasarla a la mil maravillas», manifestó.
A todo esto, Fernández reiteró que por la crisis económica los consumidores solo están comprando lo estrictamente necesario.
Al cuestionársele sobre las comparaciones en ventas entre el año pandémico y el anterior dijo lo siguiente:
«El peor día del año de un día cualquiera de años anteriores es mejor que los días de estos años de pandemia”, deploró.
Desde este jueves un nuevo horario del toque de queda rige al país. Los comercios deben cerrar a las 8:00 de la noche, cuando hasta ayer tenían permitido hacer el cierre a las 10:00 pm, de lunes a viernes y a las 9:00 pm los fines de semana.
La medida del toque de queda ha resultado ser un dolor de cabeza para los grandes y pequeños negocios. Manolito Fernández puntualizó que, cada vez que el Gobierno toma la decisión de endurecer el confinamiento, baja el flujo de clientes y, por ende, sus ventas.
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