Por Carolina Montero

Este 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, fecha propicia para sensibilizar a la población de que conozcan la importancia de la detección temprana de esta enfermedad, al tiempo de hacer un llamado para que se fortalezcan las políticas públicas en pro de minimizar los embates colaterales que trae este asesino silente.

El cáncer a grosso modo es un padecimiento que no solo afecta física y mentalmente a la persona que lo sufre, sino, que también provoca mucho malestar en el núcleo familiar y al entorno en el que se desarrolla el paciente que ha sido diagnosticado con esta enfermedad.

Una persona que prefirió no ser identificada nos relata que cuando un familiar suyo fue diagnosticado con cáncer toda la rutina de vida cambió de manera drástica, siendo el proceso más fuerte que la enfermedad.

“Bueno… cuando le dan el diagnóstico a un familiar tuyo, alguien cercano, eso tiene un impacto bien fuerte en la familia y en los amigos. Es bien difícil, incómodo”, indicó.

En su narración nos expresó que hay personas que lo toman de forma diferente, que se estresan y se aíslan porque simplemente tienen que dedicarle tiempo completo para el cuidado de esa persona.

“Tanto el paciente como los familiares tienen que cuidarse emocionalmente y buscar ayuda de un profesional, ya sea acudiendo a un psicólogo, porque no es fácil, hay mucha gente que la pasa muy mal, te lo digo por experiencia”, exteriorizó de manera triste.

Siguió diciendo que no es fácil estar en un hospital todos los días y tener que ver experiencias de otras personas y de tu mismo familiar.

“A mí me tocó ver muchísima gente morirse a diario, tú me entiendes, y eso trabaja en la mente de uno”, agregó.

Lo cierto es que las personas que conviven con un paciente con cáncer su salud mental, celebrada recientemente el pasado 10 de octubre, con el lema “Mi salud, mi derecho”, se afecta y emociones como la ansiedad, depresión, estrés, entre otros trastornos afloran ante este invasivo y doloroso proceso.

Los expertos en salud mental indican que, si bien es cierto, que cada experiencia es única, es importante que la gente sepa que a pesar de la cantidad de emociones diversas o de la intensidad de ellas, todas son válidas y relevantes.

Sostienen que es imprescindible que los afectados hablen del tema, busquen ayuda con un profesional de la salud mental, se apoyen en amigos, familiares y distracciones como actividades deportivas o culturales para poder lidiar con los embates económicos, físicos y emocionales que deja este diagnóstico durante y después del proceso.

Es triste que enfermedades como el cáncer u otro padecimiento delicado ya sea de índole terminal o no, traiga consigo tantos daños y deje secuelas fuertes. Es un momento que nadie quiere vivir y solo el que está en esos zapatos sabe lo que se sufre.

Definitivamente, hay que buscar herramientas que procuren subsanar ciertas consecuencias y como fiel creyente que soy de la palabra, orar y poner a Dios en control de todo.

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