La hermandad, es uno de los mejores privilegios que se puede experimentar, debido a que los hermanos se convierten ayuda el uno para el otro, comparten momentos juntos que con el tiempo se convierten en inolvidables. Sin embargo, también hay algo que suele pasar entre los hermanos: conflictos y peleas.
Las relaciones entre hermanos, aunque de adultos es frecuente que sean buenas y constituyan un vínculo permanente, no suelen ser tan armoniosas cuando éstos son niños. Y aunque suelan ser un motivo de estrés para los padres, no deberían preocuparse, a excepción de si estas peleas entre hermanos se producen con mucha frecuencia o, si con los años, se van intensificando.
¿Por qué se pelean los hermanos?
En muchas ocasiones, el detonante de un enfrentamiento suelen ser los celos, la envidia o un intento de llamar la atención de los padres, tratando de ser el protagonista en el núcleo familiar. También es una forma de marcar el territorio o propiedad si, por ejemplo, la pelea es por querer jugar al mismo tiempo con el mismo juego. Sin embargo, estas peleas no significan que no exista un gran afecto entre ellos.
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El motivo de que la frecuencia de peleas sea mayor entre hermanos que entre otros niños de la misma franja de edad es que los hermanos pasan mucho más tiempo juntos y suelen compartir los mismos espacios de la casa y juegos, además de familia.
¿Cómo manejar las peleas y conflictos entre hermanos?
A continuación, le mostramos tomando como referencia las palabras de la psicóloga Virginia Pardilla, algunos consejos para evitar las peleas entre hermanos:
1.- Promover un ambiente de respeto entre los miembros de la familia:
Los padres deben fomentar un clima basado en desarrollar un buen vínculo entre los miembros y donde prime el diálogo y el respeto. Por eso, es aconsejable potenciar las actividades que impliquen colaboración entre ellos.
Los hijos deben saber que el respeto es ante todo, y que irrespetar al hermano no es un comportamiento adecuado, hacerles entender también que la agresión física no es una forma aceptable de solucionar los problemas entre ellos.
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2.- No mostrar preferencia por uno de los hermanos:
Es importante evitar la comparación entre hijos y el posicionarse a favor de uno u otro. Por lo tanto, no buscar culpables y víctimas y tratar a los hijos por igual.
3.- Comunicación:
La comunicación es fundamental para tratar las peleas entre hermanos. Hablar y exponer los sentimientos de cada uno es la mejor forma de llegar a una resolución positiva.
4.- Entenderlos
En episodios concretos hay que dar un espacio individual de expresión a cada niño en el que pueda poner palabras a su vivencia y, a la vez, tratar de buscar claves que ellos puedan usar para evitar nuevos episodios.
5.- Ponerles roles
Es importante ofrecer su lugar a cada uno de los hijos, de este modo cada uno de ellos se sentirá bien con su lugar y no tratara de rivalizar por el lugar del otro.