Compromiso mayor de los periódicos es con sus lectores

Compromiso mayor de los periódicos es con sus lectores

Juan Luis Cebrián y Leonel Fernández.

Juan Luis Cebrián. Exdirector de El País y expresidente del Grupo Prisa.

Lo único que un periódico debe publicar es lo que le interesa a sus lectores y lo que ellos tienen derecho a saber, aunque eso perjudique al gobierno, a las familias de los redactores, a la empresa, a los anunciantes o a los sindicatos que fabriquen el periódico, aseguró el periodista español Juan Luis Cebrián, exdirector de El País y expresidente del Grupo Prisa.


Al dictar una conferencia en la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), sostuvo que así ha funcionado siempre la prensa independiente. Esa prensa tradicional, sin embargo, enfrenta una gran dificultad: no tiene financiamiento porque los anuncios desaparecen.

“La publicidad ahora se va a las plataformas y las plataformas publican lo que quieren los influencers porque cuanto más clics, más dinero; cuanto más tráfico, más dinero. ¿Más dinero para quién? No para quien genera el tráfico, sino para el que lo soporta, que es Facebook o Google”.

La falta de apoyo, dice, deteriora la calidad del periodismo, ya que el periodismo profesional deja a un lado sus severos estándares para contaminarse con el estilo de las redes sociales. “Estamos ante una crisis del sistema”.

A pesar de ello, y de otros problemas como las fake news y la postverdad, Cebrián es optimista sobre el futuro: cree que el mundo logrará organizarse y poner orden a pesar de la revolución digital.

POSTVERDAD Y FAKENEWS
Respecto a la postverdad, Cebrián sostiene que no es una mentira sino una verdad emocional, lo que es mucho más complicado porque quien lo publica piensa que es cierto. “No es lo contrario de lo que siente, todo lo contrario: es lo contrario de lo que vive y además coincide con lo que mucha gente quiere ver”.

Los fakes news, en cambio, son noticias falsas, inventadas, mentiras, bulos o rumores que corren como pólvora en solo segundos. Aunque siempre han existido, resalta, ahora gracias a las redes tienen mucho más alcance que antes. Siempre, dice, han tenido la intención de dañar, desprestigiar, calumniar, ironizar, reírse o agredir.

Hoy día, advierte Cebrián, no solo se reproducen las fake news que la gente se inventa: hay verdaderas fábricas de mentiras, de calumnias y de rumores, en algunos casos financiadas por gobiernos poderosos. Un ejemplo de ello, citó, fue la intervención del gobierno ruso en las elecciones norteamericanas.

SOBRE EL INTERNET

Para Cebrián el internet es una invención tecnológica tan importante o más que la de la imprenta pero mucho más democratizadora: permite que cada cual pueda decir lo que quiera, donde quiera y sin necesidad de ninguna estructura económica o empresarial: basta con tener un ordenador y puede dirigirse al mundo entero.

Esto ha traído una serie de problemas que antes eran inimaginables: “la postverdad, las fake news, la concentración de poder informativo, la percepción de que ya no sabemos lo que es verdad o que es mentira, la falta de rigor, de regulación, el desorden en definitiva”, dijo Cebrián al tiempo de agregar que ahora las guerras son cibernéticas.

Tras indicar que las guerras cibernéticas no son menos destructivas o amenazadoras para el porvenir de la democracia que las guerras antiguas, Cebrián señaló que en la actualidad las redes están manipuladas por los gobiernos, las iglesias y las empresas. “La manipulación que hay en las redes es fabulosa”.

Además de esa manipulación, hay otro problema: hay muchos tontos y falsos que hablan, así como muchos ignorantes. Recordó que el periodismo profesional tiene unas normas muy sencillitas: hay que estudiar, comprobar los datos, contrastar la información con todas las fuentes y consultar a todos los involucrados.

Convencido de que se avecinan profundas transformaciones, Cebrián está convencido de que al final el periodismo profesional se impondrá. Por ello apuesta al internet pero cree que debe haber normas seguras porque actualmente muchas redes sociales están completamente corruptas y manipuladas, por lo que constituyen una amenaza para la convivencia social.