Por Julio Ravelo
Amigo lector, durante su condición de estudiante o luego, ¿supo que en las escuelas a los chicos que hacían travesuras o no hacían sus tareas les propinaban diez reglazos en las palmas de las manos?
En otra forma de castigo lo podían poner: hincado y de cara a la pared porque hizo algo no permitido.
¿Supo o conoció por alguien que le ponían de tarea llenar un cuaderno repitiendo la misma oración?
¿Eran esos profesores unos abusadores o era una dura forma de educar de aquellos tiempos?
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Pero, lo que sí era cierto es que los muchachos/as respetaban a sus maestros, hacían sus tareas y aprendían a escribir sin faltas ortográficas.
Hoy mucho han cambiado las cosas; un celular, una tableta o una computadora son indispensables para usted estudiar, sin importar la institución en que lo haga, sea esta pública o privada, ni el nivel académico.
Prácticamente ahora no se aprende a escribir, porque esos aparatos hasta le corrigen las faltas ortográficas. Pero dejemos de lado esas históricas referencias y pasemos a ver los protagonistas del proceso enseñanza-aprendizaje.
¿Qué es el compromiso? ¿Por qué es tan importante? Es una actitud fundamental que se manifiesta en la identificación con la misión y visión institucional. Es un valor que le da a las personas la capacidad de tomar conciencia y cumplir con una tarea, proyecto o promesa acordada. Este compromiso permite realizar la actividad prometida para el bienestar común.
Compromiso del docente:
- Formar mentes libres e independientes y aprender de sus alumnos, garantizando su buena educación y desarrollo personal.
- Enseñar valores como el respeto y la constancia, e implementar métodos innovadores utilizando las nuevas tecnologías.
- Prevenir los conflictos y resolver problemas de manera pacífica.
- Educar en la no violencia.
- Participación y promoción comunitaria.
- Compartir la responsabilidad educativa, propiciando relaciones de confianza.
Hoy, más que nunca la profesión docente debe estar vinculada a la moral, la ética, la vida política, el desarrollo, el cuidado del medio ambiente y la paz.
Un docente comprometido no sólo transmite conocimientos, sino que también tiene la capacidad de inspirar, motivar y guiar a sus estudiantes hacia el éxito académico y personal. Es un guía, un líder, una autoridad que comparte el ejercicio de la misma.
Que va acompañando a sus estudiantes para la construcción de conocimientos tanto de manera individual como de forma colectiva.
El verdadero docente se preocupa y lamenta cuando sus estudiantes o una parte de ellos no marchan al ritmo deseado. Del mismo modo se sentirá alegre, realizado, entusiasmado cuando nota el avance sistemático de sus alumnos.
El compromiso personal es un estado psicológico en el que una persona se siente conectada y dedicada a una actividad, tarea, objetivo o relación. Es una combinación de factores emocionales, cognitivos y conductuales que llevan a una participación activa y a largo plazo en una determinada actividad o responsabilidad.
La universidad, el colegio, la escuela, tienen notable influencia en la transmisión de conocimientos, así como en transmitir valores que hagan del estudiante en formación un individuo con el debido respeto hacia sus semejantes, con ideales de libertad, progreso, orden y solidaridad humana.
Nadie puede dar lo que no tiene, pero si usted tiene conocimientos y formación en cualquier área solo hace falta que Ud. se entusiasme y logre que otros se inclinen para adquirir esos conocimientos, esa experiencia. No importa si al inicio la persona se muestre apática, con escaso interés en lo que le propones.
Insista, motive hasta entusiasmarle y luego muéstrele que sí tiene habilidades para recibir lo que tratas de enseñarle: carpintería, plomería, pintura, albañilería, cultivos, apicultura, en fin, cualquier capacitación técnica pueden transformar su vida.
Quien enseña aprende. Pero en ese proceso ambos aspectos son trascendentes y de cada lado se acumulan conocimientos y experiencias.
¿Es Ud. docente? Siéntase orgulloso de serlo. Es una de las profesiones más nobles que, aunque exige mucho sacrificio da con creces enormes gratificaciones. Nunca olvide, otros me enseñaron a mí, yo debo enseñar a otros. Por ello es tan importante sembrar conocimientos. Si Ud. los ofrece ellos se multiplicarán y entonces la cadena continuará exitosamente.