LA PAZ. La expareja del presidente boliviano Evo Morales fue condenada el martes a 10 años de cárcel en uno de los mayores escándalos de corrupción que ha salpicado al propio mandatario y a una empresa china.
Tras 15 horas de audiencia Gabriela Zapata, de 31 años, escuchó la sentencia tras estar encarcelada durante 15 meses.
Pese a no tener un título universitario la mujer llegó a ser gerente comercial de una firma china que se adjudicó proyectos con el Estado por más de 500 millones de dólares.
Este fue el primer escándalo de corrupción que salpicó a Morales pese a que ningún alto funcionario ni la constructora china CAMC Engineering fueron investigados. Según el gobierno los delitos fueron cometidos por la mujer.
Zapata fue condenada por un tribunal anticorrupción por asociación delictuosa, legitimación de ganancias ilícitas, falsedad de documentos y uso indebido de bienes públicos. Otras cinco personas allegados suyos y funcionarios de menor rango fueron sentenciados a menos de cuatro años de prisión.
El escándalo salió a la luz pocos días antes de que Morales perdiera un crucial referendo en febrero de 2016 que le hubiera permitido reelegirse por cuarta vez en 2019.
La mujer había conocido al mandatario en la campaña que lo llevó a la presidencia en 2006. El propio Morales admitió en televisión que tuvo un hijo que murió poco después de nacido producto de esa corta relación.
Zapata también enfrenta otros procesos, entre ellos uno por haber intentado hacer pasar a otro niño como el que había tenido con Morales.
La sentenciada dijo que era inocente al salir de los tribunales custodiada por la policía.