El presidente peruano Martín Vizcarra se convirtió el viernes en el primer mandatario de las Américas en ser sometido a un proceso de destitución durante la pandemia ocasionada por el coronavirus.
El Parlamento inició por la tarde el camino para la vacancia de Vizcarra tras la difusión de audios donde al parecer coordinaba la defensa de una investigación sobre su entorno por la contratación estatal de un conocido suyo.
Vizcarra gobierna desde 2018 sin bancada parlamentaria.
La crisis explotó el jueves con la difusión de tres audios y el viernes, sin haber realizado una investigación sólida, el Congreso ya había decidido por 65 votos a favor iniciar un debate para decidir en los próximos días si se destituía al mandatario. Por ley se necesitaban al menos 52 votos.
Desde una universidad donde la farmacéutica Sinopharm experimenta la fase tres de una vacuna contra el virus, Vizcarra dijo que se había “urdido una trama para desestabilizar la democracia”. Añadió que no renunciará, como sí lo hizo su antecesor Pedro Pablo Kuczynski en 2018, de quien era vicepresidente.
Steve Levitsky, profesor de ciencia política de la universidad de Harvard, dijo a The Associated Press que la decisión del Congreso era “desastrosa” y que la democracia peruana “se está hundiendo desgraciadamente cada vez más en una crisis” en un país donde cientos mueren cada día a causa del virus.
El Congreso de 130 miembros debe ahora sumar 87 votos para destituir al presidente entre el martes 15 y el 22 de septiembre, pero los parlamentarios podrían acelerar la votación final si logran reunir 104 votos. En el procedimiento, el presidente o su abogado podrían intervenir por una hora.
Una comisión parlamentaria y la fiscalía investigan cómo un conocido del presidente, llamado Richard Cisneros, fue contratado nueve veces entre 2018 y 2020 por el cual se le pagó 49.500 dólares. El parlamentario Edgar Alarcón, quien difundió los audios y dirige la comisión donde se investiga la contratación de Cisneros, afirma que Vizcarra debe ser destituido por incapacidad moral.
Los legisladores apuntan a que Vizcarra habría favorecido a Cisneros en las contrataciones realizadas en el Ministerio de Cultura para que brindara charlas motivacionales a funcionarios para que mejoraran su rendimiento durante la pandemia. El presidente lo niega con énfasis.
El asunto no está claro y ningún parlamentario ha afirmado cuáles son los delitos en los que habría incurrido Vizcarra para ser destituido. Según un audio, Vizcarra y tres funcionarios cercanos discuten sobre cuántas veces el señor Cisneros ingresó al palacio presidencial. Vizcarra dice que a través de correos electrónicos se sabe que ingresó cinco veces, pero él sólo recuerda dos veces.
“Hay que decir que entró dos veces”, dice Vizcarra en los audios en referencia a Cisneros. Esa frase ha sido interpretada como un intento de mentira ante la justicia por parte de sus opositores.
Cisneros, un cantante de 52 años desconocido en Perú, conoció a Vizcarra durante la campaña presidencial de Kuczynski. A Cisneros se le escucha en otro audio conversando con una secretaria de Vizcarra sin decir nada trascendente, pero el viernes dijo que había sido grabado para ser usado en una “conspiración” y acusó que detrás de todo estaba el legislador Alarcón, quien difundió los audios.
“No ha habido ninguna investigación… la destitución del presidente es un asunto muy importante y requiere de una seria deliberación, debate público e investigación. No ha habido nada de eso”, dijo Levitsky, un estudioso de la política peruana.
Transparencia Internacional dijo en un comunicado que la investigación sobre los audios donde se escucha al presidente debe investigarse según la ley, “respetando la norma constitucional que el presidente no puede ser acusado durante su mandato”.
El actual proceso de destitución presidencial es el tercero desde 2016 en la inestable política peruana acostumbrada al enfrentamiento del congreso y el presidente.
El expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) fue sometido en dos ocasiones al proceso de vacancia y renunció en marzo de 2018 poco antes de que la decisión fuera sometida a votación.
Lo reemplazó Vizcarra, quien era su vicepresidente. Hace un año, a fines de septiembre, Vizcarra cerró al Parlamento, pero ahora el nuevo Congreso decidirá si lo mantiene o no en el puesto.
Si Vizcarra llega a superar el intento de destitución, culminará su gestión en julio de 2021.
Perú sumaba hasta el viernes más de 30.300 muertos y más de 710.000 infectados desde el inicio de la pandemia en marzo. A nivel de Latinoamérica es el segundo país con más contagiados y el tercero con más muertos.