Hamilton Vásquez quería convertirse en ingeniero químico, pero unos delincuentes tratando de robarle el teléfono lo dejaron ciego, sin embargo, esto no hizo que el joven creyera que todo estaba perdido.
Y es que aunque no pudo lograr el sueño de ser ingeniero se convirtió en un muy buen masajista profesional.
Otro caso de personas que viven con algún tipo de discapacidad y no se echaron al abandono es el de Ana Núñez, quien deseaba ser una jugadora de voleibol profesional.
Sin embargo, este anhelo fue tronchado al momento que una bala perdida penetró en una de sus piernas con apenas 16 años de edad.
Similar es la situación de Katherine Caro, quien sufrió una trombosis a los 9 años de edad, la cuál le costo una de sus piernas.
Estos jóvenes cuentan que a pesar de su condiciones han podido sobrepasar las dificultades, y han aprendido a vivir bajo esta condición de discapacidad
Destacan que el apoyo familiar juega un papel muy importante a la hora de seguir hacia delante, no acostumbrarlo a hacerle todo.
A continuación el video: