Se trata de Miguel Ángel González, a quien algunos medios han apodado como "El pistolero de Baní", y quien saltó a la opinión pública luego de que el pasado 5 de abril realizara, según la acusación del Ministerio Público, varios disparos en el Centro Educativo Vitruvian School, de Baní, donde unos 250 niños estaban en la hora del recreo. Foto: LD
Afortunadamente, en la República Dominicana el terrorismo, como tal, no es un hecho habitual. Sin embargo, esta semana un dominicano ha sido acusado de incurrir en hechos terroristas.
Se trata de Miguel Ángel González, a quien algunos medios han apodado como «El pistolero de Baní», y quien saltó a la opinión pública luego de que el pasado 5 de abril realizara, según la acusación del Ministerio Público, varios disparos en el Centro Educativo Vitruvian School, de Baní, donde unos 250 niños estaban en la hora del recreo.
Precisamente, a raíz de eso, es que las autoridades han decidido acusarlo de, nada más y nada menos, que terrorismo, delito contemplado en la Ley 267-08 sobre terrorismo, por lo que, de ser hallado culpable, enfrentaría una pena de hasta 40 años de prisión.
«En esa situación la ley lo contempla, cuando se pone en peligro un gran número de personas, en este caso niños indefensos, la ley contempla eso», explica uno de los abogados que sostiene la acusación.
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Opinión similar tienen los padres de los niños que asisten a este colegio, quienes, a través de la Asociación de Padres y Amigos del Colegio Vitruvian School, están jugando un rol activo en el caso.
«Él es un asesino porque llegar a un colegio donde están niños, con un arma de alto calibre y tirar tiros a diestra y siniestra, y que se le encasquille el arma, nos dice bien claro que el acto que intentó no era santo, y queremos dejar claro que los padres y amigos del colegio que estamos presentes, si tenemos que llegar a la Corte de la Haya, vamos a ir», dijo el doctor Juan Luis Arias, presidente de la asociación.
De hecho, además de terrorismo, a González, se le acusa de violar la Ley 631-16 de control de armas, los artículos 2-295 y 305 del Código Penal Dominicano y la Ley 136-03 sobre protección de Niños, Niñas y Adolescentes.
La versión del acusado. El acusado negó los hechos y aseguró que solo perseguía a un ladrón. De acuerdo con la versión de su esposa, Awilda de los Santos, ella lo llamó por teléfono para decirle que había un hombre sospechoso de ser un ladrón próximo a la parte de atrás de su vivienda, por lo que cuando este llegó procedió a disparar.
Este jueves hubo audiencia, pero concluyó sin decisión porque el abogado del acusado recusó a la magistrada. Ahora hay que esperar que la Cámara Penal de la Corte de Apelación de Peravia acepte o rechace la recusación. Mientras, la conclusión del caso de Miguel Ángel González, quien es uno de los pocos dominicanos acusados de terrorismo en el país, aún está por verse.