Pregunta de la lectora:
Mi pareja ha sido diagnosticada con trastorno obsesivo compulsivo. Se baña mucho y se lava constantemente las manos. No entiendo mucho sobre eso. Me preocupa y me ofende que cuando toca a nuestros hijos o a mí, se lava las manos. Me siento ofendida. ¿Qué me aconseja?
Respuesta de la terapeuta:
Este trastorno se caracteriza por la presencia de obsesiones y/o compulsiones.
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que la persona experimenta como intrusivos, no deseados e incontrolables (DSM-5). Las compulsiones, en su caso, son conductas repetitivas centradas en su cuerpo. Repite el aseo por temor a contagiarse.
Las personas reconocen que no están bien, pero no pueden controlar la situación por sí mismos, lo que incrementa la ansiedad y la angustia. Este trastorno afecta el funcionamiento cotidiano, las relaciones interpersonales con la familia y en el contexto laboral. Se aíslan porque no pueden controlar lo que les sucede.
El seguimiento de su tratamiento farmacológico y psicológico lo ayudarán a recuperarse y a reinsertarse a la vida social y laboral.
Es importe que usted sea incluida en el proceso de la psicoterapia con tres objetivos: a) Conocer en qué consiste el trastorno, b) Determinar cuál ha sido el impacto en la relación y c) Saber cómo puede usted contribuir con su recuperación.
Conocer en qué consiste el trastorno le ayudará a comprender lo que a él le sucede y a no personalizar su comportamiento, como si se tratara de algo contra usted o sus hijos. Aprenderá que es una conducta generalizada, que no discrimina el lugar o a la persona. Para él, cualquiera lo puede contagiar.
Si ambos comprenden cómo esta situación los ha afectado y ha deteriorado la relación y, si se han distanciado, es altamente probable que se motive a superarlo por el bienestar de los dos.
Con el psicoterapeuta explorarán y coordinarán cómo usted puede contribuir con la recuperación. No se verá como parte del problema, sino también como parte de la solución.
De esta forma, se reduce el grado de tensión, discusión y distanciamiento. Se dará cuenta con el paso del tiempo que estarán más cerca emocionalmente y la relación trascenderá a un plano más colaborativo, más relajado y de complicidad.
Le animo a no desalentarse y a integrarse al proceso. La familia y la pareja saldrán más fortalecidas.