Consultorio De Familia

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Soraya Lara de mármol

Pregunta del lector: No suelo conversar sobre mis problemas. ¿Perjudica mi salud mental?

Respuesta de la terapeuta: Existe una tendencia en muchos hombres a no conversar sobre los conflictos de carácter familiar, marital o personal. Son más proclives a dialogar sobre temas laborales, políticos o sociales.

La tendencia es evitar afrontar los temas de carácter emocional, lo que favorece la acumulación de tensión, irritabilidad e ira; además, sentirse abrumados y sin salida. Si aparece un evento que consideren estresante podrían estallar. No recurren al diálogo con libertad ni a expresar lo que sienten.

En vez de mostrarse sensibles, abiertos y flexibles, se encierran en sí mismos y no procesan adecuadamente el malestar experimentado. Incluso, podrían a largo plazo desarrollar depresión, ansiedad o estrés agudo.

Es favorable conversar sin temor, buscar a una persona de confianza con la que se sienta en la libertad de expresar lo que siente y le preocupa. Asegúrese de que esa persona no le juzgará, sino que le escuchará solidariamente.

El diálogo es un mediador de las emociones. En la medida que exprese de que piensa, siente y hace, se dará cuenta de su estilo de reacción y relaciones.

Esto facilitará que su interlocutor le comprenda y que usted exprese de su malestar, tristeza o ira. Además, le hará comentarios o preguntas que le ayudarán a enfocar la situación y a pensar en nuevas alternativas para enfrentar lo que le sucede.

Es importante que durante este proceso, no solo se conforme con conocer lo que le sucede, sino que se comprometa con su cambio, de lo contrario el malestar persistirá.

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