CONSULTORIO DE FAMILIA. Salgo con mujer de más de 40

CONSULTORIO DE FAMILIA. Salgo con mujer de más de 40

Soraya Lara de Mármol

Pregunta del lector: Estoy saliendo con una mujer de más de 40 años. Hablábamos de las fantasías sexuales. Le pregunté cuál era la suya. Me dijo que tenía la fantasía de un trío sexual donde participase otra mujer. Ella disfrutó más que yo. Se acariciaban y besaban más. Ella se entregó a la otra mujer. Ellas se involucraron menos conmigo. ¿Será lesbiana o solo fue una fantasía sexual?

Respuesta de la terapeuta: Entiendo que usted se sorprendiera. No creía que una mujer pudiese tener este tipo de fantasía. Pero sí, las mujeres tienen tantas fantasías como los hombres. Solo que suelen reprimirlas más, dados los condicionamientos culturales y religiosos.

Muchas personas buscan experiencias nuevas, altamente excitantes. Otras se dan permisos sexuales buscando traspasar los límites impuestos por la moral social y religiosa. Piensan más en el placer y actúan por impulsos.

No puedo decirle si ella es o no lesbiana. No conozco su historia sexual.

En mi consulta he tenido personas quienes me han comentado haber tenido experiencias sexuales buscando mayor excitación y nuevos desafíos sexuales. Quieren saber hasta dónde pueden llegar. Luego terminan describiéndose como adictas al sexo. Otras me han comentado que su mayor placer está en llevar a la pareja a hacer lo que ellas quieren. Se excitan manipulando a sus parejas.

Usted aceptó la invitación a la tríada sexual. Su sorpresa parece radicar en que ambas no se volcaron hacia usted como quizás esperaba, ya que entendía que lo típico era el disfrute de un hombre con dos mujeres. Lo esperable era que ambas se volcaran sobre usted como el hombre receptor de los placeres femeninos.

La fantasía era de ella. Quizás, por eso se concentró en disfrutarla. No se trataba de la suya.

Estudios sobre la conducta sexual han revelado que pueden ocurrir relaciones sexuales entre personas del mismo sexo sin ser homosexuales o lesbianas, como por ejemplo, en personas privadas de libertad, chicos y chicas en internamientos escolares, o situaciones parecidas, sin implicar una conducta homosexual. En otros periodos de sus vidas no vuelven a tener este tipo de conducta.

Lo importante en este caso, no es lo que usted o yo creamos, sino, lo que ella cree que es y de quien se enamora.

Este tipo de conducta ha existido en la historia de la humanidad. Su caso no es único.

 

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