P: ¿En qué consiste un desayuno de calidad para los niños?
R: Al iniciar el año escolar los padres deben considerar la importancia que tiene servir un desayuno de calidad a sus niños. Según se ha dicho siempre, “el desayuno es la comida más importante del día”, en vista de que con él se pone fin al largo período de ayuno nocturno de unas 8-12 horas. Mientras dormimos se utilizan las reservas de glucosa almacenada en el hígado durante el día, con el fin de proveer energía al cerebro, glóbulos rojos, glóbulos blancos y riñón, entre otros tejidos, garantizando así su buen funcionamiento. Sin embargo, muchos niños van a la escuela sin desayunar, debido quizás a la prisa de la mañana. Esta práctica nociva dificulta el proceso de aprendizaje ya que la deficiencia de glucosa disminuye la atención, la memoria y el razonamiento del niño.
Otras veces, el niño apenas toma un vaso de jugo azucarado con galletitas o pan; y en el mejor de los casos, solo ingiere un vaso de leche. No obstante, estas combinaciones de alimentos distan mucho de lo que es un desayuno saludable. Un desayuno infantil de calidad es aquel que incorpora cereales (avena, maicena, trigo, arroz, pan, etc) o tubérculos (víveres) como fuente de glucosa, frutas y/o verduras (“vegetales”), alimentos proteicos (lácteos, huevo y cárnicos) y alimentos ricos en grasas monoinsaturadas (aceite de oliva o de canola, mantequilla de maní, nueces y aguacate); además, cumple con las recomendaciones energéticas (20-25% de calorías diarias), no contiene ácidos grasos saturados ni trans, presentes en frituras, alimentos grasosos y procesados (papitas y comidas rápidas), y está elaborado según el patrón de alimentación familiar y cultural.
Algunos investigadores italianos sugieren que el desayuno ideal debe incluir alimentos lácteos bajos en grasa, cereales (preferiblemente no refinados) y frutas frescas o jugos naturales (máximo 4 onzas), sin azúcares añadidos.
Según otros autores el desayuno saludable debería incluir una variedad de alimentos frescos ricos en fibras y cereales integrales, frutas y productos lácteos, evitando los alimentos ultraprocesados.
Una alimentación saludable durante la infancia reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades crónicas en la tercera edad, tales como, diabetes, obesidad, osteoporosis, cáncer, hipertensión y otros padecimientos cardiovasculares. ¡Cuidar la salud de nuestros niños es un gesto de amor!