CONSULTORIO DE NUTRICIÓN

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P: ¿Son seguras las dietas altas en proteínas?


R: Por más de 10 mil años, desde el fin del paleolítico hasta después de la II-Guerra Mundial, la humanidad consumió no más de 2,500 calorías, con menos de 10-15% de ellas procedentes de las proteínas. En la actualidad muchos médicos, nutriólogos y nutricionistas recomiendan como un dogma consumir más proteínas y menos hidratos de carbono, porque las dietas hiperproteicas ayudan a perder peso más rápido, queman más calorías, disminuyen el apetito, evitan la obesidad, controlan el síndrome metabólico y la diabetes (Kalantar-Zadeh K y col. Nephrol Dial Transplant 2020).

Por otro lado, los entrenadores de gimnasios promueven el consumo de suplementos proteicos para ganar masa muscular; y de igual forma, mercaderes inescrupulosos sin ningún aval científico comercializan a través de las redes sociales diversos suplementos proteicos y otras ayudas ergogénicas, atrapando a muchos jóvenes y adolescentes en sus redes engañosas, debido a que éstos ignoran que los tales NO SON EXPERTOS EN NUTRICIÓN y su deseo es ganar dinero. Las recomendaciones diarias de proteínas para los adultos son de 0.8 gramo por kilogramo de peso o un 10%-15% de las calorías consumidas.

Aunque necesitamos mayor cantidad de proteínas para ganar masa muscular, la mayoría de las personas cubre esas necesidades con su dieta habitual, debido a que consumen más de 1.2 gramos por kilogramo de peso por día.

El excedente de proteínas consumidas no se almacena, sino que se destruye, liberando substancias de desecho (urea, creatinina, ácido úrico, amoníaco, etc), que se eliminan por el riñón y aumentan su presión de filtración; lo cual a largo plazo podría dañar el riñón, aumentando el riesgo de enfermedad renal crónica (Jhee JH, y col. NephrolDialTransplant. 2019).

El riesgo de daño renal es mayor en aquellos que padecen obesidad, diabetes, hipertensión, riñón poliquístico o alguna lesión renal incipiente y en quienes tienen un solo riñón, sobre todo si no consumen agua suficiente (mínimo 2-3 litros) para producir diariamente 1 litro o más de una orina “clara como jugo de limón”.

El exceso de proteínas, además, podría provocar deshidratación, descalcificación ósea (osteoporosis), cálculos renales, elevación del ácido úrico y crisis de artritis gotosa. ¡Cuidado con las dietas hiperproteicas!

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