P: ¿Para qué sirven los ácidos grasos omega-3?
R: Los ácidos grasos omega-3, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA), abundan en los pescados grasosos (atún, salmón, sardina, arenque, etc) y en sus aceites.
Estos ácidos grasos forman membranas celulares, regulan la expresión de ciertos genes, son antiinflamatorios y antioxidantes; protegen contra los radicales libres, disminuyen el riesgo de arritmia cardíaca y la formación de coágulos sanguíneos; regulan la presión arterial y tienen función cardioprotectora y anticancerígena (Klosiewicz-Latoszek L y col. Ann Agric Environ Med. 2020).
Además, favorecen el desarrollo y la maduración del sistema nervioso central durante el embarazo; el desarrollo cognitivo, el lenguaje, la audición y el comportamiento infantil. De ahí la importancia de consumir pescados grasosos por lo menos 3 veces a la semana.
El EPA y el DHA controlan los niveles circulantes de triglicéridos, ya que disminuyen su síntesis hepática y favorecen su movilización desde la sangre hacia los tejidos.
La dosis de omega-3 (4 g/día) recomendada en las últimas guías de las Sociedades Europeas de Cardiología y de Aterosclerosis (ESC/EAS-2019), y la Asociación Americana del Corazón (AHA), disminuye un 20-30% los triglicéridos, si éstos están entre 150-400 mg/dL, y más de 30% cuando sus valores son iguales o mayores a 500 mg/dL.
El consumo de 4 g/día del EPA-esterificado (Vascepa) reduce los triglicéridos un 45% (Mach F y col. Eur Heart J. 2020); y a diferencia del DHA, no eleva el colesterol-LDL (“malo”). La FDA aprueba el uso de EPA + DHA (Lovaza, Omtryg, Epanova, Omacor) y del EPA-esterificado (Vascepa) para controlar los triglicéridos; y en diciembre-2019, autoriza usar Vascepa para reducir el riesgo de eventos cardiovasculares, en pacientes con enfermedad cardiovascular o en diabéticos con otros factores de riesgo y niveles elevados de triglicéridos (150 mg/dL o más).
También las guías europeas (ESC/EAS-2019) recomiendan el Vascepa para controlar los triglicéridos, en pacientes con enfermedad cardiovascular aterosclerótica; y en los diabéticos con otros factores de riesgo, que toman estatinas y ezetimibe (Orringer CE y col. J Clin Lipidol. 2019).
No todos los suplementos de omega-3 son iguales. Pueden provocar sangrado, fibrilación auricular, malestar gastrointestinal, intolerancia a la glucosa y alergias. ¡Consulta a tu médico!