Consultorio de Nutrición: Ácidos grasos omega-3

Consultorio de Nutrición: Ácidos grasos omega-3

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Pueden los suplementos de ácidos grasos omega-3 mejorar la caquexia del cáncer?

R: Los ácidos grasos omega-3 (EPA: eicosapentaenoico, y DHA: docosahexaenoico), abundantes en pescados grasos, nueces, semillas de linaza, etc., aumentan la masa muscular en sujetos sanos, y podrían utilizarse para recuperar la masa muscular perdida en algunos enfermos.

La caquexia del cáncer es un síndrome multifactorial caracterizado por una marcada pérdida involuntaria de masa muscular esquelética que tiene un impacto negativo en la función muscular y es altamente predictiva de una mala supervivencia ( Blauwhoff-Buskermolen S y col. J Clin Oncol. 2016); y su tratamiento sigue siendo un gran desafío para los médicos y científicos (Ryan AM y col. Proc Nutr Soc. 2016). El bajo consumo de calorías, proteínas y otros nutrimentos, el aumento de sustancias proinflamatorios en sangre, los factores tumorales, la quimioterapia/radioterapia y la baja actividad física de estos enfermos, contribuyen a la pérdida de masa muscular observada en la caquexia por cáncer (McGlory C y col. Frontiers in Nutrition, 2019).

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La mayoría de las guías nutricionales dirigidas a atenuar la caquexia por cáncer se centran en cubrir los requerimientos energéticos (25-30 kcal/kg/día) y de proteínas (1,2-1,5 g/kg/día); un objetivo difícil de alcanzar en pacientes con cáncer del aparato digestivo (esófago, estómago, páncreas, etc.) que tienen una pobre ingesta alimentaria por presentar dificultad para tragar, lesiones en la boca, náuseas, vómito, diarrea, etc. Los ácidos grasos omega-3, principalmente EPA (2.0-2.5 g/día) se han administrado como parte de la terapia nutricional antiinflamatoria para combatir la caquexia por cáncer (Gorjao R y col. Pharmacol Ther, 2019).

Además, la disminución de la masa muscular esquelética se asocia con niveles bajos de EPA en sangre; y el consumo de 2.2 g/día de EPA, durante 5 días antes y 21 días después de la cirugía por cáncer de esófago, preserva la masa corporal (Ryan AM y col. Ann Surg. 2009). Sin embargo, faltan nuevas evidencias que justifiquen su consumo rutinario en la caquexia por cáncer.