P: ¿Conoces el lado oscuro de las inyecciones para bajar de peso?

R: Con el propósito de perder rápido de peso cada día más personas con sobrepeso y obesidad utilizan las inyecciones de semaglutida (Oxempic) y liraglutida (Saxenda), dos fármacos análogos a la hormona gastrointestinal péptido similar al glucagon (GLP-1) segregada de manera fisiológica cuando ingerimos alimentos. Estos medicamentos, muy costosos por cierto, son inyecciones subcutáneas utilizadas para tratar la diabetes mellitus, el sobrepeso y la obesidad porque estimulan la secreción pancreática de insulina (hormona que controla el azúcar), disminuyen el apetito, retardan el vaciamiento gástrico de los alimentos y causan saciedad temprana. Sin embargo, estos fármacos tienen efectos secundarios, sobre todo con dosis altas y si no se consume suficiente cantidad de agua, que incluyen náuseas, vómito, diarrea, flatulencia, obstrucción intestinal, dolor de estómago y estreñimiento; provocando que hasta la mitad de los pacientes puedan abandonar el tratamiento al año.

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El bajo consumo de proteínas y la falta de ejercicios (en especial, de resistencia) pueden causar una pérdida significativa de masa muscular (25-39% de todo el peso perdido) durante 36-72 semanas, según algunos estudios (Prado CM y col. The Lancet, Diabetes-Endocrinología. 9 septiembre, 2024). Y así, cuando se suspende el tratamiento el peso perdido se recuperará con creces debido a que el músculo es un gran consumidor de calorías. Ésta pérdida es varias veces mayor que la pérdida fisiológica muscular esperada relacionada con la edad (0,8% por año, basado en una pérdida muscular del 8% por cada década de edad entre los 40 a 70 años). Otros potenciales aspectos oscuros relacionados al uso de estos fármacos incluyen cálculos e inflamación de la vesícula biliar, hipoglucemias, inflamación del páncreas, posibles ideas suicidas y depresión; y quizás, surjan otros problemas futuros como cáncer medular de tiroides, ya que los estudios en roedores sugieren un mayor riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Toda enfermedad crónica requiere un tratamiento crónico, y ningún medicamento está exento de efectos colaterales. ¡Consulta a tu médico!