Consultorio de Nutrición: ¿Por qué decimos que nuestra alimentación es un monumento a la eutanasia?

Consultorio de Nutrición: ¿Por qué decimos que nuestra alimentación es un monumento a la eutanasia?

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Por qué decimos que nuestra alimentación es un monumento a la eutanasia?

R: Al iniciar un nuevo año es preciso reiterar que tanto la salud como la enfermedad entran por la boca; y en tal sentido, debemos aprender cómo prevenir las enfermedades a través de un alimentación saludable. La mayoría de la gente es capaz de calificar los alimentos como saludables o poco saludables. No obstante, nuestro patrón alimentario habitual no es tan saludable como debería ser, debido a las restricciones económicas, la desinformación y, sobre todo, a la eficiencia de las estrategias de mercadológicas que nos inducen a preferir el consumo de los productos industrializados, las comidas rápidas, las bebidas azucaradas y otros que son una amenaza contra la salud. La alimentación, como una conducta aprendida en el entorno familiar y social donde nos desenvolvemos, forma parte de nuestro estilo de vida.

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“La costumbre tiene el peso de una ley, y es la ley más difícil de derogar”; razón por la cual se nos hace tan difícil, pero no imposible, modificar nuestros hábitos alimentarios. La vida de nuestros abuelitos era más sosegada, se caminaba más, se comía en familia y se disponía de alimentos naturales y frescos adquiridos en los huertos familiares o locales. Pero hoy la vida es más agitada; los jóvenes y las mujeres se han insertado en el aparato laboral; disponemos de supermercados y la globalización económica nos ha invadido con productos alimenticios ultraprocesados (pizzas, hamburguesas, snacks dulces o salados, helados, chocolates, caramelos, productos panificados y panes industriales, galletitas, cereales endulzados para el desayuno, bebidas gaseosas o energizantes, bebidas azucaradas a base de leche, etc.) y alimentos genéticamente modificados.

Vivimos en un ambiente obesogénico: sedentarismo, estrés, alimentación hipercalórica rica en azúcar, grasas saturadas y trans, sal, preservantes (glutamato de sodio, benzoatos, sorbatos, propionatos y nitratos), edulcorantes, saborizantes y antioxidantes artificiales. Nos estamos envenenando. Nuestra esperanza de vida aumenta, pero la calidad se deteriora. La ciencia progresa vertiginosamente, pero la carga de la enfermedad cada día es más pesada. ¡Qué paradoja!

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