P: ¿Qué es la cirrosis hepática y cuál es su sintomatología?
R: El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo, ubicado en la parte derecha del abdomen, por debajo de las costillas, y está encargado de metabolizar proteínas, hidratos de carbono y grasas o aceites procedentes de la dieta.
Así, almacena glucosa obtenida a partir de los granos, tubérculos, leguminosas, etc que ingerimos; y luego la libera hacia la sangre entre una comida y otra para mantener la glucemia, como una fuente de energía vital utilizada por los diferentes órganos y células del cuerpo, especialmente el cerebro, que no puede vivir más de 3-5 minutos sin glucosa, las células sanguíneas, el riñón, el corazón y las células del cristalino del ojo.
También sintetiza proteínas que intervienen en la coagulación de la sangre, el metabolismo de muchos medicamentos y en la distribución del agua corporal; produce bilis para ayudar a digerir y absorber las grasas y ciertas vitaminas (A, D, E y K).
Consultorio de Nutrición: Estilo de vida con diabetes
La cirrosis es una enfermedad crónica que afecta el hígado, y es causada por agresiones repetidas de ciertos agentes nocivos como el alcohol etílico y los virus de la hepatitis B y C, entre otros, que provocan lesiones en algunas células hepáticas formando un tejido cicatricial que se conoce como fibrosis.
Esta enfermedad es progresiva, aunque puede permanecer estable durante años e incluso mejorar si se elimina la causa.
Entre los síntomas produce retención de líquidos en el abdomen (ascitis) y las piernas (edema), cansancio, color amarillento de la piel (ictericia), alteraciones de la coagulación (hematomas y sangrado de las encías), várices a nivel del esófago y el estómago que pueden romperse provocando vómitos de sangre (hematemesis) y evacuaciones negruzcas brillantes como el alquitrán (melenas); además, hay intolerancia a las grasas de la dieta por deficiencia de bilis, calambres, picazón, y cuando la enfermedad ya está muy avanzada, aparece impotencia y disminución del apetito sexual, somnolencia, temblor de manos, irritabilidad, alteración de la conciencia y coma, por la acumulación de toxinas en el cuerpo.