P: ¿Qué es la diabesidad y cómo se produce?
R. La diabesidad es la combinación de obesidad y diabetes, dos epidemias que acosan a la humanidad.
El consumo excesivo de energía (calorías) aumenta el riesgo de obesidad, debido a que las calorías ingeridas por encima de las necesidades diarias se almacena en forma de grasa, debajo de la piel (grasa subcutánea) y entre las vísceras (grasa visceral). Así, cuando ingerimos una gran cantidad de hidratos de carbono (“carbohidratos”) en forma de azúcar, miel, bebidas azucaradas, tubérculos y granos refinados, el hígado convierte este excedente en grasa o triglicéridos, los cuales serán transportados hacia su morada final (tejido adiposo) causando obesidad.
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La insulina es necesaria para que la glucosa sea metabolizada en los diferentes tejidos del cuerpo; y además, facilita su entrada en músculo y tejido adiposo donde se convertirá en grasa.
El exceso de “carbohidratos” en la dieta demanda la producción y liberación de mayor cantidad de insulina por el páncreas. Sin embargo, llega un momento en el cual las células grasas, al no poder almacenar más triglicéridos se inflaman y liberan sustancias tóxicas para impedir que la insulina continúe entrando y formando más grasa.
Así, el páncreas se ve obligado a producir más insulina (hiperinsulinemia); y además, como el tejido adiposo ya no puede almacenar más triglicéridos, éstos se elevan en sangre e invaden el páncreas impidiendo la producción de insulina.
Por otro lado, la grasa almacenada en la parte superior del cuerpo (abdomen y tórax) se libera fácilmente por acción de la adrenalina (hormona producida en situaciones de estrés) y se deposita en hígado (hígado graso) y músculo interfiriendo con la entrada de glucosa mediada por insulina.
La deficiencia de insulina reduce la entrada de glucosa en músculo y tejido adiposo, causando que este azúcar se eleve en la sangre (hiperglucemia), resultando en diabetes mellitus tipo-2.