Consultorio de Nutrición: ¿Qué relación existe entre los trastornos del sueño y la diabetes mellitus?

Consultorio de Nutrición: ¿Qué relación existe entre los trastornos del sueño y la diabetes mellitus?

Jimmy Barranco Ventura

P: ¿Qué relación existe entre los trastornos del sueño y la diabetes mellitus?

R: Los trastornos del sueño son muy comunes entre las personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), quienes presentan tasas más altas de insomnio, mala calidad del sueño, somnolencia diurna excesiva y mayor uso de medicamentos para dormir (Skomro RP y col. Sleep Med 2001;2:417).

Los trastornos del sueño pueden deberse a la enfermedad en sí o a complicaciones físicas de la misma, como la neuropatía periférica (dolor, adormecimiento y calambre en las extremidades), síndrome de piernas inquietas, movimientos periódicos de las extremidades, depresión asociada (muy frecuente) y cambios nocturnos rápidos en los niveles de glucosa en sangre que obligan a levantarse varias veces a orinar (Khandelwal D y col. Indian J Endocr Metab 2017;21).

Estudios epidemiológicos han sugerido un mayor riesgo de obesidad y DM2 en individuos que duermen poco (menos de 5-6 horas/noche), en quienes tienen mala calidad del sueño, y en aquéllos que duermen mucho (9 horas o más/día).

Una revisión sistemática y un metanálisis recientes demostraron que los trastornos del sueño son factores de riesgo significativos para la diabetes con un efecto similar los factores de riesgo tradicionales.

Así, la dificultad para iniciar el sueño aumentó el riesgo de DM2 en un 55 %, mientras que en la dificultad para mantener el sueño el riesgo fue de un 74 %.

Del mismo modo, el riesgo de desarrollar DM2 asociado con una duración insuficiente (5 horas o menos/día) o excesiva del sueño (9 horas o más horas/día) o la realización de trabajo por turnos era comparable al de estar físicamente inactivo (Anothaisintawee T y col. Sleep Med Rev 2016;30).

Por lo tanto, los trastornos del sueño deben considerarse sistemáticamente en los programas para la detección y prevención de la DM2. Duerma bien 6-8 horas al día. ¡Ni tan cerca que queme al santo ni tan lejos que no lo alumbre!

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