¿Cuáles son las directrices dietéticas para promover la salud cardiovascular? (Parte-I)
R: La Asociación Americana del Corazón (AHA, siglas de su nombre en inglés) acaba de publicar 10 lineamientos sobre los patrones de alimentación cardiosaludable, basados en las evidencias científicas, para mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo cardiovascular (Lichtenstein AH y col. Circulation. 2021;144).
En vista de que las enfermedades cardiovasculares (ECV) comienzan durante el desarrollo fetal y la infancia temprana se recomienda adoptar patrones de alimentación cardiosaludable en las etapas temprana de la vida, desde antes del embarazo, y mantenerlos a lo largo de la vida. Hoy veremos las primeras 5 recomendaciones dietéticas de la AHA:
1- Ajustar el consumo y el gasto energético a fin de mantener un peso corporal saludable. Un patrón dietético saludable junto con un mínimo de 150 minutos de actividad física moderada a la semana ayuda a optimizar el balance energético. En la adultez las necesidades energéticas disminuyen 70-100 calorías por cada década. La reducción del tamaño de las porciones de alimentos, aún sean éstos saludables, disminuye el riesgo de obesidad.
2- Consumir una dieta rica en frutas y verduras variadas. Las frutas y verduras (frescas, congeladas, enlatadas y desecadas) de colores intensos son nutritivas y ricas en fotoquímicos; sus fibras causan saciedad, preservan la microbiota intestinal, reducen el colesterol, los triglicéridos, y el riesgo de obesidad, diabetes y ECV.
3- Elegir alimentos elaborados con granos integrales y no refinados. Su consumo diario reduce el riesgo de ECV, enfermedad coronaria, síndrome metabólico, derrame cerebral, etc.
4- Elegir fuentes de proteínas saludables. Consumir principalmente leguminosas y nueces; además, pescados grasos (ricos en omega-3), lácteos descremados o semidescremados; y si se consumen aves o carne de res, deben preferirse los cortes magros no procesados.
5- Consumir aceites vegetales (oliva, canola, girasol, nueces y aguacate), en lugar de aceites tropicales (coco, palma y almendra de palma), grasas animales (mantequilla y manteca de cerdo) y grasas parcialmente hidrogenadas.