P. Profesor, ¿Qué está pasando en Cabo Francés Viejo?
R. Que algunos desaprensivos, en franco desafío a las normas ambientales, están arruinando los paisajes y vistas más hermosas de este Monumento Natural. Se trata de un área protegida creada en 1968 como Parque Nacional, que ha decir de su mentor y creador, el Dr. Balaguer, contiene los paisajes costeros más hermosos del litoral dominicano.
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Dadas sus diminutas dimensiones, 1.5 kilómetos cuadrados, en el 2009 se le asignó la categoría de “Monumento Natural”, por su excepcional belleza paisajística que mira al océano Atlántico, marcando la ruta seguida por la Ballena Jorobada, en su periplo anual, entre los Bancos de la Plata y La Navidad, en su ruta hacia la Bahía de Samaná. De hecho, este espacio geográfico se denomina Punta Preciosa, donde tocan los límites terrestres del primer y más grande Santuario de Mamíferos Marinos del Atlántico Norte y es, precisamente allí, donde los lugareños señalan y muestran evidencias donde se están construyendo alambradas y casetas improvisadas, que malogran las vistas hacia el mar.
Todo aquel que haya transitado por las costas de la Provincia María Trinidad Sánchez, específicamente bordeando el litoral abrupto de Cabrera, puede dar testimonio de la espectacularidad del paisaje de la meseta tan singuilar que se extiende hasta llegar el faro (los tres faros), que caracteriza el Cabo Francés Viejo, encerrando la singular Playita el Bretón, justo donde se erige el gran Promontorio sobre la lontanaza de la Ensenada.
Independientemente de la Ley 202-04, hay una razón poderosa que justifica prestar la mayor atención posible a este enclave natural excepcional, representa el inicio o primer reconocimiento de los valores únicos e irrepetibles de las costas dominicanas en el SINAP, previo incluso a los parques nacionales Litoral Sur de Santo Domingo y Litoral Norte de Puerto Plata.