P. Profesor, Valle Nuevo adquiere dimensiones universales, pues ahora, es el corazón de la Reserva de Biosfera Madre de las Aguas ¿alguien podría atentar contra normas internacionales que están contenidas en la Constitución Dominicana?
R. A todas luces, la respuesta tiene que ser negativa, pues, sin dudas, el mayor “Reconocimiento” que la UNESCO hace a la República Dominicana, es la creación de la “Reserva de Biosfera Madre de las Aguas”. Nos conmueve que las autoridades no alcancen a comprender este compromiso tan grande que, como nación, hemos adquirido y que nos coloca obligatoriamente ante los ojos del mundo, por su importancia en la protección de las “Aguas Nacionales”, la principal riqueza natural que mueve la conciencia planetaria y es la esencia del “Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible”, que sustenta la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
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Nuevamente la prensa nacional se hace eco de nuevas agresiones contra su integridad ecosistémica, precisamente donde se originan algunas de las nacientes de los 709 cursos de agua que atesora este Parque Nacional, que conforma el núcleo de esta Reserva de Biosfera, que ineludiblemente, tenemos que conservar.
Valle Nuevo es la “Tacita de Porcelana” que todos los dominicanos estamos conminados a cuidar, después de tantos esfuerzos y de tantos años de lucha, ahora que nuestro embajador Andrés L. Mateo, miembro de número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, tuvo el mérito de impulsar exitosamente esta propuesta ante el Comité Internacional del Hombre y la Biosfera”.
Está debidamente documentado en textos legales que esta Área Protegida ayer fue el “Vedado de Alto Bandera”, más tarde, una “Reserva Científica”, luego un “Parque Nacional” y ahora, el núcleo de la “Reserva de Biosfera Madre de las Aguas”.