Pregunta de la lectora: ¿Cuál es la diferencia entre domesticar y dominar?
Respuesta de la terapeuta: En este artículo me referiré a la metáfora del libro El Principito de Antoine de Saint-Exupérie, específicamente al diálogo entre el zorro y el Principito cuando este le pregunta: ¿Qué es domesticar?
La respuesta del zorro hace referencia a crear lazos. Es decir, establecer vínculos afectivos y significativos mediante experiencias únicas. Es la invitación a la complementariedad entre ambos. Si el Principito lo domesticaba, podía preparar su corazón para cuando él llegara.
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Es la relación predecible entre ellos. Aunque existieran miles de zorros, él sería especial para el principito y viceversa. “Si vienes a las 4 de tarde, comenzaré a ser feliz desde las 3”. Es una invitación a la reciprocidad y a la predictibilidad como experiencia de la relación como única entre ambos.
En lo referente a la dominación, ocurre cuando se establece una relación asimétrica, en la que quien predomina abusa del poder y hace uso perverso de la otra persona para someterla mediante mecanismos de manipulación psicológica o la fuerza física, económica o sexual.
Quien domina no muestra empatía ni asertividad ni gestiona adecuadamente las emociones. El comportamiento es impredecible y la contingencia. Tanto el castigo como la recompensa ocurren de forma aleatoria, lo que gradualmente crea un comportamiento de indefensión y desesperanza.
De manera que, el concepto de domesticar, aludiendo al El Principito, el cual difiere del de dominar, se refiere a crear lazos y saber que lo esencial es invisible a los ojos (Exupérie). Crear lazos es la mejor opción.