Pregunta de la lectora: ¿En qué consiste la autoexplotación emocional?
Respuesta de la terapeuta: Me enfocaría en dos aspectos fundamentales, la autoexplotación emocional inconsciente y consciente. El segundo, se refiere a la autoexplotación voluntaria e intencionada.
La autoexplotación emocional inconsciente se deriva de los patrones emocionales familiares que condicionan a los integrantes a situaciones dolorosas, que activan la hostilidad, la frustración, traumas, impotencia, ira y tristeza, las cuales podrían ser difíciles superar si los conflictos permanecen irresueltos.
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La mayoría de las personas no se dan cuenta de que los pensamientos negativos son recurrentes e inquietantes, que han desarrollado un estilo de afrontamiento disfuncional ante el estrés y los conflictos cotidianos, que el aislamiento y la falta de apoyo social deprime, no son conscientes de que sostienen un patrón de respuesta negativo que bloquea el buen estado de ánimo y una actitud positiva.
Por otro lado, encontramos personas que logran tomar conciencia de los problemas y de cómo les afectan, pero no se movilizan a buscar ayuda ni a cambiar las condiciones personales y mentales que provocan el malestar. Reconocen el problema, lo que deben hacer, cuáles son las decisiones a tomar y cómo establecer los límites esenciales para preservar el bienestar emocional, sin embargo, no se movilizan. Por tal razón, considero que la autoexplotación emocional es consciente y voluntaria.
Ahora bien, cada persona está en su pleno derecho a no asumir la responsabilidad de estar bien ni de hacer lo suficiente para modificar los patrones afectivos, cognitivos y actitudinales.
Cambiar es una decisión, un compromiso consigo mismo y el bienestar propio.