Pregunta de la lectora: ¿Es lo mismo ser una persona firme que psicorrígida?
Respuesta de la terapeuta: La firmeza es una actitud que se sostiene en base al conocimiento, los principios y las convicciones adquiridas.
La psicorrigidez es una actitud que se sustenta en ideas y comportamientos inflexibles y extremos. A este tipo de persona le cuesta negociar y comprender al otro. Impone y controla dado que en su estructura psíquica predomina la necesidad de tener todo bajo su control.
Además, esta persona evidencia que no tiene firmeza, seguridad y valía personal por lo que tiene que recurrir a mecanismos impositivos y con poco margen para la posibilidad de negociar y flexibilizar algunas posturas cuando sea necesario.
En sentido opuesto, observamos que la persona con actitud de firmeza persevera en sus propósitos, decisiones y en la forma de encarar la vida. Se muestra segura y confiada en sí misma, capaz de tomar decisiones sin temor a equivocarse porque entiende que errar es de humanos y que la experiencia enseña.
También entiende que el no es una postura que le permite preservar su integridad física, emocional y moral. No le teme al rechazo por decir que no, porque cuando lo hace se sustenta en su convicción o principio. El no le asegura crear un contexto de protección ante las presiones externas y las manipulaciones.
Sin embargo, la persona psicorrígida cree tener la verdad absoluta, que los demás están equivocados y que, por lo tanto, deben aceptar sin cuestionar su posición.
Ser firme empodera y desarrolla la empatía. Ser psicorrígido debilita y consume emocionalmente.