Pregunta del lector: ¿La experiencia espiritual tiene alguna importancia?
Respuesta de la terapeuta: La espiritualidad es la experiencia interna que nos conecta con lo trascendental y con el poder superior de Dios (el que cada religión asume).
Es la conexión suprema con el bien, la bondad, el amor y la empatía. Confiar en el Dios interno/trascendental da vitalidad y fuerzas para enfrentar la vida y las adversidades.
Se asume con certeza que los problemas se superarán y se obtendrán las respuestas mediante la reflexión, la oración o la meditación.
La espiritualidad y el apego seguro con Dios se reflejarán en la seguridad, la confianza, el amor y la alegría y se reconoce el sentimiento de paz que se experimenta.
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La fe es, para muchos, un proceso de resiliencia. Han aprendido que no hay que esperar la vida celestial para ser feliz. La fuerza del aprendizaje, ser mejores personas, recuperar la felicidad perdida en la vida actual y sobreponerse al sufrimiento con cierta prontitud, no generan sentimientos de culpa.
Lo valioso de quien hace suya la experiencia espiritual, es la actitud constructiva, el soporte que encuentran en los momentos de oscuridad ante las pérdidas y las situaciones que provocan sensaciones de derrota. Esta experiencia hace que, sin embargo, alberguen la esperanza de la esperanza de que el ser superior les dará fuerzas, discernimiento y sabiduría de sobreponerse.
Se reconocen el dolor emocional, la enfermedad catastrófica y la soledad angustiosa, como experiencias a superar. Si la persona goza de apego seguro, observará a su deidad como figura de apoyo, seguridad y confianza por superar la adversidad.
Es la deidad tranquilizadora.