Consultorio Familiar: No puedo vivir con mis padres

Consultorio Familiar: No puedo vivir con mis padres

Soraya Lara de Mármol

Pregunta de la lectora: No puedo vivir con mis padres, pues me han hecho mucho daño.

Respuestas de la terapeuta: Los contextos familiares difieren uno de otros. Algunos padres son más cálidos, afectivos, comprensivos y respetuosos con sus hijos. Ofrecen un apoyo fuerte, de calidad, confianza y seguridad.

Otros, se caracterizan por pautas conflictivas, violentas, incestuosas, distantes afectivamente y con pobres habilidades de comunicación. El entramado de relaciones dolorosas persiste porque los integrantes se adaptan a la adversidad y al estrés familiar.

Además, buscan alternativas defensivas para permanecer unidos, como por ejemplo negar, minimizar o justificar los problemas, así como usar estrategias inadecuadas para preservar su status quo, aunque sus patrones interrelacionales sean disfuncionales. No se percatan de que su funcionamiento cotidiano a los afecta emocionalmente.

Estos mecanismos son inconscientes, la familia despliega una serie de controles, comportamientos y discursos con el objetivo de preservar la unidad y que los hijos se adapten y adopten a su modelo o esquema de familia.

Ahora bien, no todos los hijos tienen el mismo grado de madurez. Si el nivel es alto, tienen mayor probabilidad de comprender lo que les sucede en su entorno, reflexionarán y buscarán apoyo para salir del contexto que consideran desfavorable.

Comprenden a sus padres y aprenden que, al asumir cierta distancia física y emocional, se sienten más calmados porque preservan la autonomía, se perciben más seguros y menos tensos.

Además de mantener el contacto con sus padres, sustituyen los vínculos con otra red de apoyo a la que le asignan una experiencia emocional de seguridad y confianza. Es un modo de sentirse a salvo.