Pregunta del lector: ¿Puedo lograr una buena comunicación e intimidad con mi pareja?
Respuesta de la terapeuta: Es posible cuando ambos se comprometen a lograrlo y encauzar la relación abordando los problemas e incorporando los cambios en beneficio de ambos.
La relación se fortalece si comparten el poder de igual manera, sin luchar por obtener este y el control por encima del otro; esto favorece al disfrute de una mayor intimidad emocional.
Los temores se desvanecen si predomina la sinceridad en la comunicación cuando aprenden a expresar lo que sienten, cómo piensan acerca de aquellos temas en los que difieren, con el propósito de dialogarlos y llegar a acuerdos respetando las decisiones que se tomen sin afectar la autonomía de la pareja.
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Las expresiones de afecto, los abrazos, las palabras de cariño y los gestos de ternura contribuyen a que se encuentren calmados en la convivencia cotidiana.
Ambos deben comprometerse con mantener un diálogo abierto, fluido y sincero para preservar la intimidad, el respeto y la cercanía emocional sin sentirse amenazados.
Asumir este tipo de convivencia cotidiana disminuye la posibilidad de conflictos crónicos que perturban emocionalmente. Si no existen deseos de poder, comunicación inadecuada, indiferencias y frialdad afectiva, se sentirán libres para afrontar los conflictos propios de una relación sin dejarlos de abordar.
Cabe destacar, que pueden tener ciertos temas sensibles que son difíciles de tratar, pero que aun así, se asumen y resuelven sin causarse daños.
Las parejas aprenden a diferenciar cuándo ceder para ganar-ganar y cuándo no hacerlo para preservar el equilibrio funcional de la relación.