Pregunta de la lectora: ¿Qué son los límites personales y para qué sirven?
Respuesta de la terapeuta: Los límites claros contribuyen a que las personas asuman una posición diferenciadora frente a los demás para preservar la autonomía psicológica y emocional, y la distancia física manteniéndose conectados.
Los límites claros permiten que las personas se protejan y se cuiden a sí mismas, estableciéndolos respetuosamente mediante la comunicación para preservar la posición de lejanía o cercanía sin que la identidad individual esté en riesgo.
Este tipo de límite tiene una función protectora para preservar la identidad personal, la capacidad de decidir por sí mismo, mantener la distancia psicológica para resguardar los principios, los valores y las creencias adquiridas mediante el conocimiento sin dejarse atrapar desfavorablemente por los familiares, las parejas, las amistades, los compañeros de trabajo, de la comunidad religiosa o política.
Por otro lado, las personas con límites difusos corren el riesgo de renunciar a sí mismas para adoptar la idiosincrasia de quienes ejercen influencia sobre ellas con el propósito de condicionarlas a una posición de subordinación y dependencia. Además, son más vulnerables a ser manipuladas para realizar actos indebidos en contra de su voluntad sin darse cuenta. Carecen de las competencias necesarias para decir que no.
Los límites poseen una función protectora que fortalece la autoestima y preservan la identidad.
La identidad es la experiencia de uno mismo como ser único con límites claros con respecto a los demás. Favorece la estabilidad de la autoestima y exactitud de la autoevaluación, así como la capacidad y habilidad para regular una gama de experiencias emocionales (DSM-5, 2014).