1. Voy a contratar un ingeniero con sus obreros; no está regularizado; no tiene empresa; no está registrado como persona física; no tiene planilla ni paga TSS. Culminó un proyecto de otra empresa y quiere trabajar conmigo en un proyecto de mi empresa. ¿Le puedo dar empleo a él y sus empleados como móvil y con contratos para obra o servicio determinado, él y toda su gente? Así no le pagaría prestaciones. En el antiguo proyecto que él tenía en otra empresa, no ha pasado un mes, y no quiero se convierta como si fueran empleados fijos.
La relación entre su empresa y ese ingeniero no es de carácter laboral. Se trata de un contrato civil de sub-contratación de obra por ajuste o precio alzado, regido por el párrafo del art. 1779 del Código Civil, y conforme a la jurisprudencia (SCJ, 11 May. 1964, B.J. 646, Pág. 761. Y esto así, debido que en la relación entre ustedes no hay subordinación, sino que él realizará un proyecto de obra civil –según puedo inferir– en su condición profesional de ingeniero civil, del mismo modo como lo puede estar haciendo con otras obras civiles que él tenga a su cargo.
En ese sentido, es intrascendente el hecho de que él haya trabajado sucesivamente en un proyecto anterior.
Pero el problema que usted tiene es que ese ingeniero opera en total informalidad, sin afiliar sus obreros en la TSS ni pagar una serie de derechos laborales que debe a sus obreros. Y de acuerdo con la ley (arts. 8 al 14 del CT) y una abundante jurisprudencia, usted como beneficiario de los servicios, será solidariamente responsable ante cualquier reclamación o accidente de trabajo que ocurra de parte de los obreros. Y normalmente, cuando surge una demanda laboral, el sub-contratista informal no tiene nada que perder, pues es siempre un insolvente; cosa que no ocurre con el contratista principal o dueño de la obra.
Mi primera recomendación es que contrate un subcontratista que esté formalizado y registrado, lo mismo que su personal. Pero si eso no es posible (por cuestiones de costos), asuma los riesgos, por ejemplo, cuando surja una demanda, trate de que se llegue un arreglo inmediato, antes de que se complique el caso en tribunales; cuando surja un accidente, asuma junto con el contratista los costos médicos y atenciones inmediatas. Eso, casi siempre, es más barato que formalizar al personal.