1. Conozco un pequeño restaurante cuya único empleado los demandó, por dimisión. El dueño quiere pagarle sus prestaciones para evitar problemas, pero el abogado del empleado quiere el pago al empleado más RD$30,000 de honora- rios. Dice que le puede ganar el caso y luego embargar y salir más caro. El dueño buscó un abogado, pero está cobrando RD$25,000 por el caso. El dueño está pensando tomar un préstamo, pagar y no volver a contratar a nadie. ¿Qué aconseja usted?
Eso que usted describe es el caso más común, y que a diario confrontan las Mipyme y los dueños de pequeños negocios en República Dominicana. Se trata de negocios familiares o de subsistencia, con no más de 5 empleados (son el 94% de los empleadores dominicanos), que cuando les llega una demanda laboral (sobre todo por dimisión) la tienen perdida de antemano, pues al ser negocios semi-informales (o informales totalmente), siempre hay una violación a la ley que justifica la dimisión, produciendo una condena.
Y aun si la dimisión fuese injustificada, ocurre que siempre se condena por los llamados “derechos adquiridos” (vacaciones, regalía, bonificación, etc.), y solo con eso, esa Mipyme está impedida de llevar su caso a Apelación (ni a Casación), aunque tenga la razón, pues el Código Laboral exige que consigne en un banco el duplo de las condenaciones o que abra una fianza.
Y para un pequeño negocio ambas cosas son imposibles, pues no tienen 200,000 o 300,000 pesos para congelarlos en un banco improductivamente, mientras haya pleito y, de otra parte, ninguna compañía de seguros está expidiendo fianzas laborales a pequeños negocios; ni siquiera a los medianos. Y en todo caso, las condiciones para darlas, solo a las grandes empresas, son leoninas.
Y ahí es donde surgen los famosos embargos laborales que hacen desaparecer negocios. Y cuando no, provoca la fuga y la subsistencia dentro de la llamada informalidad.
En cuanto al caso concreto, mi consejo es que llegue a un acuerdo amigable lo antes posible, negociando varias cuotas de pago.
El caso que usted ha planteado, evidencia lo que he dicho en otras ocasiones: El Código Laboral le queda grande a las Mipyme dominicanas.
Contiene unas disposiciones solo aptas para grandes empresas con gerencias, asesores y toda una estructura.