El experto en marketing y emprendurismo Ricky Michel Presbot afirmó que si en la República Dominicana se establece una cuarentena total como ha hecho China, España e Italia, por la pandemia del COVID-19, se arriesga a presentar un modelo de deflación económica.
“Recuperar una economía como la nuestra, desde un punto inicial de deflación es prácticamente imposible porque el Gobierno no tendría la capacidad, ni con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ubique sus oficinas aquí, para motorizar o reacelerar esta economía”, aseguró.
Presbot indicó que desde ese punto de vista es imposible establecer un modelo de confinamiento 24 horas, porque en un mes el país no tendría economía e involucionaría 30 o 40 años a lo que ya ha logrado.
El especialista en desarrollo de proyectos explicó que hay un observatorio que inició desde que se establecieron las políticas de confinamiento de control por la pandemia del coronavirus en el país, que revela que unos 300 mil negocios están en riesgo.
En ese sentido, consideró que eso dependerá de las políticas públicas y de hasta donde se podrá mantener la estimulación al gasto, porque “estos negocios informales dependen mucho del gasto corriente diario, del consumo diario, de esa venta ranchera, del compro hoy para vender mañana…”.
«Cuando ese flujo se detiene, como se ha detenido en los últimos 15 o 20 días, entonces ese modelo económico cae en riesgo», aseguró al ser entrevistado de manera virtual en el programa “El Tribunal de la Tarde”, que se transmite por Telefuturo canal 23.
Precisó además, que obligatoriamente habrá en el país un estimado sobre 50 mil negocios que cerrarán sus puertas porque tienen debilidades estructurales muy fuertes.
Sin embargo, manifestó que son negocios recuperables que pueden reinsertarse en el mercado laboral a través de una política pública de estímulo, y que si el gasto vuelve a encajarse en un porcentaje en el orden de 70% o 80% de lo que se tenía antes, entonces podrían rescatarse.
“Depende mucho de la estrategia de políticas públicas del Gobierno, porque como en todos los países del mundo, desde los desarrollados hasta los que están en vía de desarrollo, como es el caso nuestro, el Gobierno Central es la mano invisible de la economía que la estimula o la detiene”, expresó el emprendedor.
Calificación positiva. En tanto, al preguntarle si cree que el Gobierno ha tomado las mejores medidas para beneficiar a los negocios informales en medio del estado de emergencia por el COVID-19, dijo que en la parte individual se ha ganado una calificación positiva, pero a nivel de los microempresarios ha faltado una política de apoyo más específica.
Explicó que el Gobierno, a través de los programas sociales, está tratando de satisfacer dicha situación, pero consideró que los programas para apoyo a las pymes han quedado vinculados al Banco de Reservas, cuya accesibilidad a su plataforma tiene una serie de regulaciones y cumplimientos que la mayoría de «micro y pequeños empresarios no cumplen, porque no tienen esa condición, no pueden proveerla y ha quedado un vacío».
Presbot cree que se debió consignar un fondo especializado y trabajarlo a través de Banca Solidaria, que tiene un modelo más ajustable a las necesidades de esos sectores, tras destacar que de esa forma se hubiera podido cubrir la situación, sin embargo, sostuvo que hay debilidades porque necesitan liquidez o flujo de caja para poder subsistir y operar.
Programa FASE. Explicó que la estructura del Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE) está dirigida a medianas y macroempresas por la formalidad y cantidad de empleados que deben de tener en la plantilla para poder acceder.
“Hay una franja de microempresarios que tienen de uno a tres colaboradores que no encajan en FASE. Quizás el propietario apela a un programa social, pero sus tres empelados no encajan en ese fondo, y tampoco encajan en planes sociales del Gobierno porque tienen un nivel de ingresos que no les permite ser pasivos de esos beneficios”, expresó.
En otro orden, considera que en términos económicos el país tendrá resultados positivos a partir de que los indicadores, tales como remesas, turismo y la economía doméstica comiencen a dinamizarse.
Considera que cuando se recupere por lo menos un 50% del dinamismo económico que se tenía podrá verse una luz al final del túnel, y precisó que de lo contrario el Gobierno se va a quedar sin recursos, ya que a su entender, no tiene fondos para mantener una economía activa.
“Apelemos a que la curva de contagio se aplane un poco, que las medidas de restricción puedan ir cediendo y la economía vaya rediseñándose con este nuevo estilo de vida con distanciamiento físico… que la gente asuma las medidas de seguridad y pueda reincorporarse a sus puestos de trabajo y empiece a ser sujeto de consumo”, indicó el experto en marketing.