Los jefes de Estado y de Gobierno del Caricom iniciaron el domingo un encuentro en Georgetown, Guyana. EFE
Henry, que concluyó el 7 de octubre pasado su mandato según un acuerdo, continúa en el poder y ha prometido celebrar elecciones cuando la situación de seguridad lo permita
Georgetown. El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, dijo ayer, lunes, que el líder interino de Haití, Ariel Henry, debe “hacerse a un lado” y permitir una transición política que facilite una solución a la crisis en el país.
Browne, al igual que Henry, se encuentra entre los líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom) que asisten a la cuadragésima sexta cumbre regular de la organización, que comenzó ayer en Guyana.
En declaraciones a los periodistas al margen de la cumbre, Browne dijo que la presencia de Henry en el Gobierno haitiano es “parte del problema».
“Somos de la opinión de que Henry tiene que hacer la transición y convertirse en un intermediario honesto”, subrayó Browne, quien agregó que el primer ministro haitiano “apenas tiene legitimidad».
Henry, que concluyó el 7 de octubre pasado su mandato según un acuerdo político de 2022, continúa en el poder y ha prometido celebrar elecciones cuando la situación de seguridad lo permita.
«Él mismo ha dicho que no quiere quedarse. Entonces, si realmente es un presidente interino, no debería tener ningún problema en llegar a un acuerdo para compartir el poder con los otros actores políticos en Haití”, insistió Browne.
También dijo que sigue siendo optimista de que la cumbre de Caricom terminará con una propuesta “positiva” sobre Haití y que las reuniones celebradas hasta ahora han sido “francas».
Algunos líderes caribeños se reunieron ayer en Georgetown con el primer ministro de Haití y, en esta jornada, se celebró otro encuentro con representantes de Canadá, Francia y Estados Unidos.
Sobre la fuerza multinacional que está previsto se despliegue en Haití para restaurar el orden, el primer ministro de Antigua y Barbuda opinó que, aunque en un principio se dijo que debía estar liderada por países en desarrollo, otros como EEUU, Francia y Canadá deberían reforzarla.