La República Dominicana lleva a cabo elecciones desde el año 1962, y hasta la fecha, la gran mayoría de los procesos electorales se han caracterizado por la falta de transparencia, violación a las normativas y la ocurrencia de fraudes. Solo son conocidos tres torneos electorales, en los que no se conocen irregularidades comprobadas:1982, 2000, 2004 y 2008.En dichos comicios, los candidatos presidenciales: Viriato Fiallo, Joaquín Balaguer, Danilo Medina, Hipólito Mejía y Miguel Vargas Maldonado,
De todos estos procesos, los más controversiales han sido los del doctor Joaquín Balaguer, pues, por ejemplo, el del 1966 se realizó en medio de la ocupación militar del territorio nacional. Los del 1990 y 1994 llovieron las denuncias de fraudes. En los del 1970 y 1974 Balaguer no tuvo contrincantes, pues la oposición renunció a participar por falta de garantías de transparencia. En 1978, hubo grandes esfuerzos por desconocer el triunfo del PRD.
En las elecciones del 1990, muchos consideran que, aunque por un porcentaje mínimo, mediante una compleja maniobra, Balaguer otra vez logra imponerse, en esta ocasión, sobre Juan Bosch y el PLD. En el 2016 se pudieron observar serios indicios de irregularidades, los cuales fueron desde el uso y abuso de los recursos del Estado, hasta la quema y robo de urnas, además, se destaca el hecho de que se anunciara la victoria de Danilo Medina sin que la JCE diera los resultados.
En la actualidad, nuevamente el país se encuentra sumergido en una crisis poselectoral, a raíz de que el pasado 6 de octubre, se celebraron las “Primarias Simultaneas”, de los dos partidos mayoritarios: PLD Y PRM, comicios que tuvieron varias novedades, Entre ellas: el uso del voto electrónico. El que, por primera vez, haya tenido como resultado una crisis interna en el PLD, partido caracterizado por su unidad interna, y no ocurriera así en el partido de oposición con el que compite como era tradición, pues el PRM superó este proceso sin la más mínima dificultad.
La gran controversia electoral, que en que enfrentó casi a muerte a los dos poderosos sectores del PLD por los resultados electorales, en los que Gonzalo Castillo(representante del danilismo) según el reporte oficial de la JCE, obtuvo el 48.28% de los votos, mientras el expresidente Leonel Fernández, obtuvo el 47.66%, tiene como punto neurálgico un fuete cuestionamiento al uso de los equipos electrónicos usados en este proceso de elección, dichos cuestionamiento son formulados por el sector del doctor Leonel Fernández, quien alega una supuesta manipulación de los equipos utilizados a través de la implantación de un “código fuente del software”, al cual le sería instalado un algoritmo que adulteró los resultado.
Cabe destacar, que el “Voto Electrónico”, es un mecanismo que se viene usando en el mundo desde el año 1960, pero que, sin embargo, en la actualidad solo en India, Brasil y Venezuela lo utilizan en la totalidad de su territorio. Mientras que Estados, Francia, Argentina, Perú, México, Canadá lo hacen en algunas zonas y Estados, lo que significa que no es alta su confiabilidad.
Por otro lado, al sector de Leonel Fernández y su grupo se les critica el hecho, de que, a pesar de sus denuncias de fraude, no hayan impugnado ninguna mesa, que no participaran en el conteo manual de la totalidad de los votos llevado a cabo por la JCE para comprobar que no existía diferencias con los resultados emitidos de manera electrónica. En cuanto a esto último, los reclamantes argumentan que “Se había perdido la cadena de custodia”. Y que el fraude se había comenzado a montar, desde el incendio del pasado mes de julio.
Se puede establecer, que la crisis resultante de las primarias del PLD, es el producto de la encarnecida lucha de poder a nivel interno de este partido, y de la creación y mantenimiento de la politización de los organismos del Estado, encargados de regular, controlar fiscalizar, siendo de los más afectados los del sistema judicial y la JCE, por parte de los diferentes gobiernos de turno, y de manera especial por parte del PRSC y el PLD.
Por otro lado, si bien es cierto, que existe un gran debate sobre este proceso, y el manejo de la JCE del mismo, se hace necesario enfocar el análisis en las consecuencias para el país y la democracia que continúe este manejo histórico irregular de los torneos electorales, los cuales violentan un principio elemental de la democracia y un derecho fundamental del ciudadano: el derecho al voto. Esto debe ser considerado lo más relevante, independientemente de las consecuencias internas que para el PLD tiene este conflicto interno,
La parte positiva que entendemos se podrá sacar de esta gran controversia, es que puso el manifiesto las debilidades tanto de las leyes y reglamentos electorales como las debilidades institucionales del organismo electoral rector, y que las misma sino todas al menos una gran parte podrán quizás, ser superadas de cara a proceso del año entrante. A esto, contribuirá el resultado de la auditoría forense que la JCE llevará a cabo en atención a la solicitud del ahora candidato de “La Fuerza del Pueblo”, el expresidente Fernández, ya que permitirá conocer la realidad sobre la manipulación o no, de los cuestionados equipos y su vulnerabilidad, y si es pertinentes su reutilización en los venideros comicios del año 2020.Esto es lo más relevante, pues se trata de un asunto de democracia y país.