Padres protestan frente al distrito en demanda de que les sea terminada la Escuela Mama Tingo, ubicada en Paraíso Escondido, Punta de Villa Mella. En Foto Anahí Paniagua, Pres. de Asc. De Padres de la Esc. Jorge Feliz, Padre, entre otros. Hoy/ Arlenis Castillo/17/09/2021
Centro educativo. La construcción de la escuela Mama Tingó está abandonada desde hace seis años.
Los estudiantes del sector Paraíso Escondido, en Punta de Villa Mella, no tuvieron la suerte de que su plantel escolar, cuya construcción inició en el 2013, estuviera en el programa de remozamiento de escuelas del Ministerio de Educación (Minerd).
Así que como la construcción de la escuela Mamá Tingó fue detenida desde hace 6 años, los alumnos tendrán que volver a recibir clases en un centro comunal que fue prestado para acogerlos.
Pero es válido resaltar que el centro comunal prestado que funge de escuela es bastante pequeño para los casi 500 alumnos inscritos, además deja fuera a más de mil niños residentes en el sector, que deben recorrer largas distancias de un camino solitario y peligroso para asistir a otras escuelas.
Pero la desgracia de los niños que residen en Paraíso Escondido incluye que la infraestructura del centro al que deberán asistir el próximo lunes está al borde del colapso, por lo que sus padres tienen temor de enviarlos.
Debido a esta situación, un grupo de padres realizó ayer una manifestación frente al distrito educativo 10-01, en demanda de que se termine la construcción del plantel.
Durante su protesta mostraron varias cartas que las autoridades de la escuela han enviado al Minerd en diferentes ocasiones, y aseguraron que nunca han recibido respuesta.
De su lado, la directora explicó que con el dinero de la junta descentralizada logró comprar pinturas y un lavamanos para que los estudiantes se higienicen.
“Hacemos lo que podemos con lo que tenemos. Estamos pintando y colocando dos lavamanos, además vamos a reparar algunas partes del piso”, afirmó la directora.
Daños en infraestructura
Todas las paredes del centro comunal que funge como escuela están llenas de grietas, además hay una sola puerta (de emergencia y común) por lo cual ante algún incidente la mayoría de los niños quedarían atrapados.
Otra área totalmente dañada es el piso del plantel, que en realidad es un piso rústico y está completamente cuarteado y lleno de hoyos.
Asimismo, en un solo espacio hay tres aulas divididas por un cartón, cuya iluminación recae en un bombillo común y se comparte entre dos cursos. Hay pocas ventanas.
Mientras que en otra área hay dos aulas, la dirección del centro y el baño de profesores, todo separado por un cartón.
Debido a la inadecuada división de las aulas, los estudiantes no cuentan con el ambiente adecuado para prestar atención a las clases, pues el ruido de los demás cursos les dificulta escuchar a sus maestras o concentrarse para resolver algún ejercicio escolar.
Igualmente, las aulas del centro educativo están techadas de zinc, mientras que las butacas también están en malas condiciones. Además en el plantel no hay conserjes y faltan profesores.
Cabe señalar que pese a la gran cantidad de alumnos, en el centro solo hay un baño para hembras y otro para varones, en condiciones paupérrimas, para llegar a este se debe recorrer por el patio un pasillo también cercado con alambres de Púas, que los maestros quitaron en una parte porque los alumnos se cortaban al cruzar.
Mientras que el patio en el que los niños se recrean es pequeño y está cercado con alambre de Púas.
Otra preocupación de los padres es que debido a la enfermedad del coronavirus se necesita mantener el distanciamiento físico, pero este centro no puede garantizarlo porque en un aula muy pequeña se aglomeran más de 35 estudiantes.