POR DOMINGO ABREU COLLADO
Esteban Polanco, también conocido como «Mellizo», por haberse gestado y nacido junto a una hermana, también gestó y nació con la Federación de Campesinos Hacia el Progreso, junto a personas de la talla de Aniana Vargas, y junto a muchos otros habitantes de las montañas de Bonao. Y así hermanados desarrollaron luchas que tuvieron un ideal central: la conservación.
Y parecería extraño que campesinos de la cordillera, normalmente asociados al desmonte y a la eliminación de bosques en procura de terrenos para siembras estacionales y esporádicas, resultaran convertidos en ecologistas defensores de la preservación de bosques, suelos y, principalmente, agua.
En esa línea de pensamiento crecieron los forjadores de la Federación de Campesinos Hacia el Progreso, entre ellos Esteban Polanco, quien resultó de los más aventajados discípulos de los esfuerzos de educación ecológica del Equipo Ambiental de la Academia de Ciencias, de la Fundación Unidos, de «The Nature Conservancy» (TNC) y de otras organizaciones ambientalistas que colaboraron en su crecimiento.
La Federación se ha distinguido como la segunda organización campesina de mayor desarrollo ambientalista, ecologista y sustentablemente desarrollista de la República Dominicana después de la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa, trabajando en proyectos para el beneficio de comunidades campesinas sin que con ello se deterioren las condiciones ecológicas de las montañas.
Proyectos como la organización de huertos familiares, pequeñas presas hidroeléctricas, crianzas de peces en la Presa de Blanco, crianza de conejos, cultivo de fresas, crianza vacuna, cultivos orgánicos y otros, se mezclan con los esfuerzos de recuperación de los suelos antes degradados para volverlos funcionales.
La reforestación ha sido uno de los componentes permanentes de los esfuerzos de la Federación. La introducción de especies como el bambú, cultivado en zonas determinadas para su uso maderero y artesanal, ha sido uno de los últimos jalones en materia de ir cubriendo las antiguas zonas deforestadas y degradadas.
Vinculándose al crecimiento turístico, la Federación de Campesinos Hacia el Progreso ha diseñado un componente sumamente interesante para mover una corriente ecoturística hacia las montañas, bosques y ríos de Bonao.
Todos esos esfuerzos han estado fortaleciéndose bajo una consigna propia de la zona: «quedarnos en la loma para vivir mejor», una frase que sirvió como arenga contra los intentos de desalojar a los campesinos de la zona tras un proyecto minero que habría terminado con la vida del río Yuna y sus afluentes.
Y como uno de los principales auspiciadores de esos proyectos se destaca Esteban Polanco, actualmente presidente de la Federación y convencido ambientalista y ecologista.
Esa condición de dirigente, esa inteligencia campesina y esa entrega sana por los intereses de los habitantes de las lomas de Bonao, tenía que granjearle naturalmente la animadversión de los eternos enemigos del verdadero desarrollo de la República Dominicana. Y quisieron quitarlo de en medio de una sola vez y junto con sus familiares más cercanos incendiándolos a todos juntos y enviando un mensaje claro al resto de miembros de la Federación.
Lo ambiental también es social
La lucha por los cambios sociales tiene un componente ambiental que no es posible dejar fuera. Las sociedades, en toda su historia, han diseñado sus planes de crecimiento y desarrollo en base a las condiciones materiales de su entorno natural, elaborando medidas económicas sujetas a las posibilidades del uso de los recursos naturales a mano, sean éstos tierras, bosques, agua, minerales o animales.
La falta de manejo apropiado de esos recursos origina serias disputas entre los estamentos que componen una sociedad. En toda la historia de las sociedades un sector ha luchado por quedarse con todos los beneficios que originan los recursos naturales, dejando a los demás sectores con una parte mínima, insuficiente, apenas para sobrevivir. Ese criterio, enarbolado para justificar una acumulación originaria basamental para un «paso de avance» hacia otros niveles de desarrollo, arrastra como un lastre cada vez más pesado: la pobreza de la mayoría. Por ello, la mala distribución de las riquezas naturales, iniciada desde los primeros pasos del desequilibrio ecológico, lleva aparejada la lucha social para el cese de dicho desequilibrio y la mejor distribución de las riquezas que provienen del uso de los recursos naturales.
El aporte ambientalista y ecologista a dichas luchas es el reclamo de que la parte natural sea tomada en cuenta para resarcir sus pérdidas y recuperar la inversión inicial: bosques, fauna, suelos y agua, para garantizar que siempre haya recursos, a fin de que las generaciones siguientes puedan encontrar de qué vivir.
Demandas como esas casi le cuestan la vida a Esteban Polanco y a Regino García.
¿Por qué la alternativa terrorista?
El terrorismo está de moda en el mundo. Basta con exhibir un gran arsenal de todo tipo de armas, y demostrar que se está dispuesto a utilizarlas, para que el resto de la humanidad se aterrorice, entre en pánico y reconozca su debilidad.
De esa misma manera los terroristas locales ostentan poder, atacan los objetivos más débiles y pasan factura al resto de la población que no da crédito a lo que ve.
Esteban Polanco y Regino García han sido víctimas de un atentado terrorista que también se hubiera llevado a la esposa de Polanco y a su hijo mayor, de no haber actuado los primeros con presteza y mucho valor personal.
Aparentemente, el atentado está vinculado a la participación de la Federación de Campesinos Hacia el Progreso, de Bonao, de la que es presidente Esteban Polanco. Esta Federación y sus miembros han sido partícipes protagonistas de las luchas sociales y reivindicativas que se han desarrollado en Bonao durante los últimos 15 años.
Recientemente, la Federación se encuentra vinculada a los reclamos que se realizan en Bonao por la terminación de edificaciones necesarias en la provincia Monseñor Nouel, el inicio de otras también necesarias, y la diafanidad del uso de los recursos que aporta la Falconbridge Dominicana para las comunidades de dicha Provincia.
La alternativa terrorista de Estado fue un recurso utilizado hasta la saciedad durante la época de los gobiernos de Joaquín Balaguer. Esa alternativa diezmó las filas revolucionarias, llevándose por delante grandes dirigentes de esa época.
Si los ecologistas y ambientalistas somos vistos como los nuevos revolucionarios no será extraño que se utilicen los mismos recursos para desarticular al movimiento ambientalista. Por lo menos, ya comenzaron en Bonao.
El golpe económico del terrorismo
Un aspecto no aireado todavía en relación con el atentado del que han sido víctimas Esteban Polanco y Regino García, es la situación económica creada en torno a la Federación de Campesinos Hacia el Progreso y la familia de Esteban y Regino. La Federación se siente obligada a correr con los gastos de recuperación de su presidente y de Regino, pero estos gastos resultan astronómicamente excesivos. Hasta el pasado martes 20 de marzo, la deuda contraída por la atención médica especializada que reciben Esteban Polanco y Regino García, estaba en un millón doscientos mil pesos, una suma de dinero que ni remotamente tiene la Federación y mucho menos los familiares.
Las víctimas no pudieron ser atendidas en la Unidad de Quemados del Hospital Dr. Luis E. Aybar por carecer de espacio. La noche del atentado éstos debieron ser recluidos en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Médico de la Universidad Central del Este (UCE), pero los gastos de tratamiento, recuperación y asistencia especializada resultan tan caros en ese Centro, que tanto la Federación, los familiares y los amigos de las víctimas, realizan esfuerzos sobrehumanos por buscar el dinero necesario para salvar a Esteban y a Regino de una posible postración de por vida.
Hemos querido sumarnos a esta búsqueda de recursos solicitando por esta vía toda la ayuda económica que sea posible obtener de la población solidaria para devolver la salud y la vida normal a estos dos ambientalistas de las lomas de Bonao.
La ayuda puede ser canalizada mediante depósitos en la Cuenta No. 246-005045-8 a nombre de Noris Araujo, en el Banco de Reservas, o llevando sus aportes directamente a la esposa de Esteban Polanco en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Médico UCE, en la avenida Máximo Gómez esquina Pedro H. Ureña, frente al Teatro Nacional.