El hecho de recibir el diagnóstico de autismo de su único hijo, Sebastián, fue para la comunicadora Sharmín Díaz como quedarse atrapada en medio de una tormenta, porque, para colmo, aún no asimilaba el proceso de separación del padre de su hijo. “Tenía muchas interrogantes en mi vida y, de pronto, me enfrentaba a una más, quizás la más difícil”, recuerda haciendo una pausa.
Retoma el hilo de la conversación reconociendo que “fue un proceso de depresión profunda” que la hacía cuestionarse constantemente sobre “cómo criaría a un hijo con una condición que no conocía y, por tanto, no estaba preparada”, mientras sentía que su mundo se derrumbaba.
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Pero, en medio de la oscuridad y muchas lágrimas derramadas, se abrió un pequeño rayo de luz que le permitió empezar a reconstruirse y aprender a amar de una manera más consciente.
Sobre sus desafíos y su mayor enseñanza como madre, reconoce que “el reto más grande ha sido acompañar a mi hijo desde la comprensión absoluta, desde el amor y sin expectativas”.
Aunque Sebastián es un niño que cumplirá 9 años en agosto, su madre ve el mundo a través de sus ojos.
“Él me ha enseñado a valorar lo simple, a celebrar pequeños logros que para otros podrían parecer insignificantes, pero para nosotros son gigantescos. Mi mayor aprendizaje ha sido que el amor verdadero no intenta cambiar al otro, sino que se adapta, se transforma y florece en la diferencia”, reflexiona Díaz.
Aunque ha tenido que aprender sobre la marcha, Díaz reconoce que familiarmente es un proceso doloroso y el primer paso para avanzar es la aceptación, no desde el punto de vista de la resignación, sino desde el amor y la intervención.
Le recomienda a los padres que han recibido un diagnóstico reciente buscar apoyo médico y emocional, educarse y ser pacientes.
Con la sensibilidad a flor de piel y un corazón marcado por los duros momentos en los que se ha sentido perdida, la también abogada no solo habla como madre, sino como una ciudadana consciente de las carencias económicas, emocionales y sanitarias que enfrentan familias dominicanas, reconoce el esfuerzo que han hecho las autoridades en ese sentido, pero demanda que la Ley 34-23 sobre Atención, Inclusión y Protección para las Personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), entre en vigencia para que “garantice educación accesible, terapias asequibles, incorpore profesionales capacitados y sensibilice a la población” en cuanto a los derechos y necesidades de esas personas vulnerables, que cada día son más.
Díaz se ha convertido en unas de las figuras claves en la visibilización del autismo en los medios de comunicación en los colabora.
De hecho, es miembro de Azul Podcast, un programa digital especializado en autismo, en el cual comparte créditos con otros anfitriones como Liondy Ozoria y Jhon Wayne, quienes como equipo hacen un llamado al Estado dominicano para que actúe y sin más retrasos ponga en marcha la Ley 34-23.
El proyecto Azul
Azul es el primer podcast en República Dominicana especializado en contenido sobre autismo.
El proyecto es una especie de refugio emocional y educativo, donde nacen conversaciones reales, entrevistas con expertos y se abordan temas desde la experiencia.
Dicho espacio es trabajado con un enfoque humano, donde cada contenido es abordado con amor y responsabilidad.
“Cada episodio es una forma de devolver lo aprendido y de extender la mano. Si logramos que una sola persona se sienta menos sola, entonces valió la pena. Esto no se trata de intereses personales, se trata de voluntad, de humanidad, de hacer un mejor país para nuestros hijos”.
Azul Podcast, con una comunidad creciente, tiene presencia en diferentes plataformas digitales, informó la comunicadora Sharmín Díaz.