Buenos Aires, Argentina. Danzar en silla de ruedas, un tango a ciegas y un taller sobre discapacidad buscan avanzar hacia la inclusión social sobre los escenarios en el primer Encuentro de Danza e Integración Latinoamericana que se celebra esta semana en Buenos Aires.
“La discapacidad no está naturalizada ni en la sociedad, ni en los ámbitos artísticos”, dijo a Efe Mariana Chilluti, directora e integrante de la compañía anfitriona “Danza sin Fronteras” y quien desde hace dos años trabaja para hacer posible un encuentro de esta magnitud.
En el camino hacia la igualdad de oportunidades, la propuesta que ofrece este encuentro, que cuenta con la participación de compañías de Colombia, Venezuela, Uruguay, Estados Unidos y Argentina, es indiscutiblemente un paso de gran relevancia para el sector.
“El nivel profesional de las obras es maravilloso”, aseguró Chilluti, satisfecha de esta primera edición que busca que los espectadores, a través del hecho artístico, valoren “la integración que propone la inclusión desde un lugar amoroso del ser humano».
Y es que las compañías que hacen posible este encuentro comparten una visión alternativa de la danza “respetando y cuidando un cuerpo ético y estético desde lo sensorial, desde la improvisación, sin dejar de lado la técnica”, añadió.
La iniciativa, que servirá para sensibilizar tanto a los espectadores como a los teatros y a la sociedad en general, busca generar un acercamiento entre aquellos que tienen discapacidad y aquellos que no la tienen con una programación interdisciplinar acompañada de sociólogos, antropólogos y psicólogos.
“Cuando lo visible no molesta, lo invisible se hace visible”, dice la compañía argentina Grupo Alma al presentar su obra «¿Quién es quién?”, con la que lleva a los escenarios el juego de la vida de mirar y mirarse y donde los cuerpos de las personas se transforman en un devenir constante.