En una selección de ensayos publicados a lo largo de su carrera, el crítico puertorriqueño Efraín Barradas nos presenta sus juicios sobre importantes figuras de la literatura dominicana.
Su libro “Desde la otra orilla: ensayos, notas y prólogos dominicanos” (Cielo Naranja, 2021), no solo es una contribución al conocimiento y análisis de la literatura escrita en el país, sino una oportunidad para contrastar los juicios que sobre ella se hacen desde la vecina isla de Puerto Rico.
Los márgenes insulares sirven como contornos a distintos discursos que elabora el crítico en diecisiete ensayos que tratan aspectos de las obras de Juan Bosch, José Alcántara Almánzar, Pedro Mir, Alexis Gómez Rosa, Junot Díaz, Marcio Veloz Maggiolo, Norberto James y Frank Báez, entre otros.
Este abordaje es el producto de un acercamiento del crítico a la literatura caribeña, con el que completa el entorno de su obra, que versa sobre literatura de Puerto Rico en los espacios de la nación y de la diáspora.
El profesor de la Universidad de la Florida iniciasu libro con un prólogo testimonial que acerca la orilla puertorriqueña de su pueblo natal, Aguadilla, con la otra orilla dominicana.
En él se nota la cercanía de ambas culturas, los nexos recuperables de un pasado de proximidad de las islas y el dominio narrativo de un crítico que escribe de forma correcta, interesante y con un acercamiento a los lectores que lo podríamos clasificar como ensayista líneaclara.
Con una prosa que no deja espacio ni al academicismo ni al rebuscamiento, sus escritos recopilados en este volumen son de mucha utilidad para los amantes de la literatura dominicana, perot también para los escritores mismos.
Libros
Su ensayo “Juan Bosch y Emilio S. Belaval: una relación literaria, un momento histórico, un texto olvidado” (pág. 19 y ss.) es una contribución al conocimiento de las relaciones entre nuestros escritores.
La llegada de Juan Bosch a Puerto Rico en 1938 marca un momento en que se encuentran dos escritores en la vía de construir una nueva poética sobre el cuento caribeño. Belaval y Bosch escribieron obras que se distanciaron de las que se venían publicando en ambas islas.
A esto agrego que era Belaval, a la sazón, presidente de la sección de literatura del Ateneo de Puerto Rico. Este llevaba a Puerto Rico cartas del ateneo de Santo Domingo. Belaval publicó en “El mundo’‘ tal vez la primera entrevista que se le hizo al autor de “La Mañosa” (1936).
La presencia de Juan Bosch, la acogida de Nilita Vientós Gastón y la intelectualidad puertorriqueñaquedan muy bien trabajadas en este ensayo que se centra en la poética de ambos escritores, el autor de “Camino real” (1933) y el autor de “Cuentos para fomentar el turismo” (1946).
En “Orígenes de Asomante y La Poesía Sorprendida: vidas paralelas de tres revistas antillanas” (pág. 37 y ss.) el autor presenta importantes juicios sobre el nacimiento y desarrollo de las revistas que publicaron los escritores caribeños durante la década de 1940.
Tema relevante por mostrar la continuidad de las ideas vanguardistas y la relación entre literatura y poder. Las tensiones entre los autores de La Poesía Sorprendida y “Cuadernos Dominicanos de Cultura», así como la difícil relación de los sorprendidos con Trujillo, se asoman aquí y son contextualizadas en un marco caribe que auguran nuevos estudios.
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Escritores
Sobre Pedro Mir, Efraín Barradas escribe dos breves ensayos, uno sobre la publicación del libro de Víctor Fragoso, “De la noche a la muchedumbre: Los cantos épicos de Pedro Mir” (Cielo Naranja, 2013), su tesis de grado en la Universidad de Massachusetts. Coincido plenamente con los juicios de Barradas esta obra es una de las mejores publicadas sobre la poética de Pedro Mir.
Y cabe a Fragoso ser un puertorriqueño preocupado por la literatura dominicana.
Lamentablemente, ese profesor y crítico literario murió a destiempo. Las vicisitudes de su vida y su participación en el movimiento gay quedan muy bien presentadas por Barradas en un texto que sobresale por la relación entre crítica y testimonio.
Cabe significar que la aproximación de Barradas a la novela de Pedro Mir, “Cuando amaban las tierras comuneras” (1978), que el crítico califica como un intento fallido del poeta, no presenta un análisis de la obra en toda su extensión.
A pesar de que los juicios del crítico son coherentes, necesitaríamos un abordaje más amplio para poder contrastar su juicio conclusivo sobre la obra. Su posición es, sin embargo, destacable por ser parte de una independencia del crítico que pudiera dar una visión más independiente de la literatura de la que hacemos los críticos dominicanos.
Veloz Maggiolo
Sobre Marcio Veloz Maggiolo, Barradas escribe “Marcio Veloz Maggiolo, novelas cortas” (pág. 61 y ss.) y “Acerca de Marcio Veloz Maggiolo, narrador dominicano” (pág. 64 y ss.). En estos ensayos el crítico vuelve a mostrar juicios novedosos sobre la obra de Maggiolo que lo separan de la crítica realizada en República Dominicana sobre la escritura del autor de “Biografía difusa de Sombra Castañeda (1981)”.
Acierta, a mi manera de ver, el crítico al tratar obras cómo “La fértil agonía del amor” (1982), este libro es un conjunto disímil de textos que no tienen unidad como conjunto. En cuanto al valor de los cuentos, Barradas ve que el mejor Marcio Veloz está en relación con Juan Bosch.
Me parece que debió valorar otros cuentos de Veloz Maggiolo como “Odiseánica”. Su selección entre las novelas cortas de “La vida no tiene nombre” (1965) es acertada, pero su calificación de “De abril en adelante” (1975) como novela fallida, debe llevarnos a reflexionar sobre la relación que existe en la obra de Veloz Maggiolo entre poética y escritura.
El conjunto de textos que conforman “Novelas cortas” (1982) podría ser visto de otra manera si destacamos el contexto de la escritura de Veloz Maggiolo desde ‘El buen ladrón” (1962) hasta “Los ángeles de hueso” (1967) y »Florbella” (1986).
Tal vez el autor que sale peor valorado en la escritura del crítico es Veloz Maggiolo. Estos juicios deberían analizarse destacando, como he dicho arriba, la independencia del discurso crítico del puertorriqueño sobre la crítica dominicana, en la que se cuelan visiones dominadas principalmente por cierta endogamia literaria.
Ensayos
El ensayo “La seducción de las máscaras: José Alcántara Almánzar, Juan Bosch y la joven narrativa dominicana” (págs. 81 y ss.) es una interesante exposición que busca la relación poética entre los textos de Alcántara Almánzar y los de Juan Bosch como maestro del cuento dominicano.
Es una de las apuntaciones más detenida y que a pesar del tiempo en que fue escrito, sobre una literatura en movimiento como la de Alcántara Almánzar, vale la pena releer con los juicios que hoy podemos hacer sobre la obra del cuentista dominicano vivo más importante de la literatura dominicana.
En fin, el libro “Desde la otra orilla: ensayos, notas y prólogos dominicanos”, del crítico puertorriqueño Efraín Barradas es un excelente aporte al conocimiento y a la discusión de las obras escritas por importantes escritores dominicanos.
Se caracteriza por una escritura clara, sugerente, en primera persona, que muestra sus nexos con la literatura testimonial; ensayos con textualizadores de las relaciones entre las letras caribeñas, de enjundia poética y de independencia crítica que establecen un discurso paralelo sobre la literatura dominicana en el que han trabajado varios autores e investigadores de Puerto Rico.
Es necesario leer y ponderar este texto porque contiene una cantera de juicios que nos ayudarían a entender mejor a nuestros escritores y, tal vez, podríamos construir un discurso más independiente sobre la literatura y sobre la relación de las textualidades del archipiélago Caribe.