Se acepta que Daniel Rivera como ministro de salud mostró capacidad ejecutiva. A la vez que transitó con suerte. Pero con eficiencia y transparencia, supo acumular respaldo presidencial para enfrentar una temible coyuntura donde se salvaron muchas vidas.
Fue por más y logró junto al gabinete, hacer varios impactos frente a la pandemia, con la iniciativa de formular el Plan Estratégico de Salud 2030, que pronto se presentará al país.
En RD, pandemia y planificación son dos “P” que no habían convergido. No concurrieron cuando la influenza de 1918. Tampoco, en las epidemias de viruela y enfermedades prevenibles del siglo XX y menos aún, después del cólera 2010 cuando el ministerio publicó sus “lecciones aprendidas”.
El foro covid 19, convocado por Listín Diario y PUCMM, podría subrayar que la convergencia de pandemia y planificación, fue impulsada por la visión anticipada de Luis Abinader y Raquel Peña. Enfoque e inversión oportuna para un sector salud que estaba disperso, siendo nucleado por un gabinete de salud ejecutivo.
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Los éxitos contra la pandemia son puntos a replicar. Para enfocarnos en un auténtico plan estratégico con visión y proyectos que potencien lo mejor de lo realizado ante el covid 19. La Nación acumula inventarios de buenos propósitos acordados desde que Núñez Collado medió frente a Balaguer, la huelga de la Asociación Médica 1991. Intenciones asertivas, pero muy pocas convertidas en proyectos precipitantes para gestar salud como escenario, medio y fin del desarrollo.
En una nación de 10.6 millones de habitantes, que recibe 8.5 millones de turistas y hace frontera con 11.4 millones de haitianos; brotes, epidemias y pandemias son amenaza constante.
Procesos que encontrarán una población en transición demográfica. Es decir, muchas personas adultas en sobrepeso, obesas, hipertensas, diabéticas y con alimentación no saludable. Mal atendidas por hospitales y clínicas de tercer nivel. Costosos servicios que suplantan una atención primaria en salud olvidada por más de 20 años; que espera una inversión pública inteligente que inicie por el primer nivel.
La Estrategia Salud 2030 como prioridad, asimismo deberá presentar proyectos económicos y financieros para acumular recursos frescos que impulsen las esperadas transformaciones.
Realmente, la pandemia precipitó una inversión anual 40 mil millones de pesos en atención primaria. Vacunas, insumos, materiales, medicamentos, equipos de protección y recursos humanos de promoción. Un estimado real de la plataforma financiera necesaria para implantar proyectos estructurantes del plan estratégico salud 2030.
Iniciativas que al menos debieran presentar 50 proyectos de mayor impacto de aquí al año 2030. Período meta para la Estrategia Nacional 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).