Delincuentes

Delincuentes

Claudio Acosta

Si no es un récord es un buen average, como dicen los cronistas deportivos, pero también es una muestra preocupante de cómo anda la delincuencia común en este país. Y, sobre todo, explica porqué residentes en sectores de clase media y barrios se han convertido en rehenes del miedo a ser sus víctimas.

Ayer un parte de la Policía Nacional informó el apresamiento en Santo Domingo Este de un hombre al que dice perseguía por haber asaltado a punta de pistola a cuatro hombres y una mujer en apenas quince días, quien será puesto a disposición del Ministerio Público para su sometimiento a la justicia.

Es probable que en cuestión de días o semanas pase a formar parte de la legión de presos preventivos que vegetan en las cárceles dominicanas, que actualmente constituyen el 60.2% (16,247 personas) de la población penitenciaria.

La prórroga

Como es probable también que en un tiempo relativamente breve esté de nuevo en las calles cometiendo sus fechorías, razón por la cual nuestros delincuentes tienen una tasa de reincidencia tan alta.

Eso sobrecarga de trabajo a una Policía que ha encontrado, en los intercambios de disparos, una manera de “cerrar” expedientes sacando definitivamente de las calles a “reconocidos delincuentes “ a los que envía sin trámites hacia el otro mundo.

Desde luego, eso no es legal ni civilizado y por lo tanto debe rechazarse, pero le sorprendería la cantidad de gente que aplaude sin sonrojo esas ejecuciones extrajudiciales, como las llaman los organismos de derechos humanos internacionales.

Eso no acaba con los delincuentes, como está requete demostrado, pero de todas maneras lo celebran, pues se sienten indefensos y desprotegidos ante sus desmanes.

Como lo estaban las cinco personas a las que Rafael de Luna Salas (Rafelito) asaltó a punta de pistola, a las que no ayudará saber que, gracias a la libertad conque actuó, su victimario pudo haber establecido un récord cuando los despojó de sus pertenencias.

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