Leidy Vanessa Luna Villalba trabaja como niñera para familiares de la primera dama de Paraguay. Foto BBC Mundo
La agonía e incertidumbre de los familiares de las personas desaparecidas en el derrumbe del edificio de Miami se extiende ya por cinco días.
Las tareas de rescate y retirada de escombros son tan complicadas que hasta el momento solo 11 personas fueron rescatadas sin vida. 150 siguen sin ser localizadas.
El edificio Champlain Towers South, situado en Surfside en el límite con Miami Beach, se derrumbó en la madrugada del jueves por causas que están por determinar.
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La esperanza de sus seres queridos por encontrarlos con vida disminuye a medida que pasan los días, pero algunos siguen aferrados a la idea de que puedan reencontrarse con sus familias mientras aportan muestras de ADN para facilitar las tareas de identificación.
Tras esa cifra de 150 desaparecidos hay otras tantas historias con nombres y apellidos, llenas de sueños o de incluso casualidades de por qué la vida los llevó a estar en ese edificio en ese momento de la tragedia.
La pareja de hombres argentinos y su pequeña hija
El argentino Andrés Galfrascoli, su pareja Fabían Núñez y su hija Sofía de 5 años habían llegado a Champlain Towers pocas horas antes de que colapsara.
El primero es un reconocido cirujano plástico en el barrio de Recoleta de Buenos Aires y el segundo es contador y escritor teatral.
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Según el diario Clarin, la pareja fue una de primeras de Argentina que recurrieron a la maternidad subrogada en Estados Unidos para poder tener descendencia.
La familia estaba emocionada por poder disfrutar tan cerca del océano por unos días antes de regresar a Argentina.
Amigos y conocidos, quienes declararon que la pareja deseaba tener un segundo bebé, no pierden la esperanza de que sean encontrados con vida.
La niñera de los familiares de la primera dama de Paraguay
Con 23 años, Leidy Vanessa Luna Villalba acababa de realizar nerviosa su primer viaje fuera de su Paraguay natal.
La joven nació en una pequeña ciudad del departamento de Guairá en la zona oriental del país y trabajaba como niñera para la familia de la hermana de la primera dama paraguaya, Silvana López Moreira, su marido y sus tres hijos.
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Miembro de una familia humilde, la joven realizaba este trabajo de manera esporádica para poder costear sus estudios de enfermería, según el medio paraguayo Última Hora.
La familia le pidió que les acompañara en un viaje a Miami para cuidar de los niños. Pese a las dudas por no haberse subido nunca a un avión, Leidy Vanessa aceptó y llegó a EE.UU. el pasado miércoles, también apenas unas horas antes de que el edificio de apartamentos colapsara.
Los seis se encuentran desaparecidos. «La esperanza es lo último que se pierde, esperamos que ocurra un milagro. No sabemos si llorarla de una manera o de otra», le dijo a CNN su prima Lourdes la semana pasada.
El «mensaje» encontrado por los familiares de una mujer cubana
La familia de Hilda Noriega corrió al edificio donde ella vivía tras escuchar la noticia del derrumbe en Surfside. Entre los escombros no encontraron ni rastro de la mujer de 92 años,
Lo que su hijo sí encontró entre los restos que salieron desperdigados por la zona fueron importantes recuerdos de su mamá: una antigua foto de ella con su difunto esposo y su hijo pequeño, y una tarjeta de cumpleaños que su grupo de la iglesia le había enviado semanas antes.
La mujer salió de Cuba en la década de los 60 junto a su marido. Desde hacía 20 años vivía en el sexto piso de Champlain Towers y le encantaba estar cerca del mar.
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Aunque era independiente y conservaba una juventud envidiable según su familia, Hilda había puesto a la venta su apartamento para mudarse junto a su nuera y su hijo Carlos Noriega, jefe de policía de North Bay Village.
Como familia creyente que son, sus seres queridos interpretaron el hallazgo de la tarjeta entre los restos del edificio como una señal.
«Había un mensaje en medio de todo este desastre. No perder la esperanza. Tener fe», dijo su nieto Mike a los medios.
La familia de cinco miembros que iba a acudir a un funeral
Los Kleiman son una familia puertorriqueña-cubana que vive a caballo entre el sur de Florida y la isla boricua.
Jay Kleiman había volado a Miami desde Puerto Rico para asistir al funeral de un amigo y se quedó con su madre Nancy Kress, de 76 años, en su departamento de Champlain Towers.
En otra unidad del mismo edificio vivían el otro hijo de Nancy, Frankie Kleiman, su esposa Ana Ortiz -con la que se casó pocas semanas antes del derrumbe- y el hijo de ella, Luis Andrés Bermúdez de 26 años, quien tiene distrofia pulmonar y usa una silla de ruedas.
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Nancy, la matriarca de la familia, salió de Cuba a mediados del siglo pasado. Sus dos hijos fueron definidos por sus amigos como personas de gran alegría y felicidad contagiosa. Frankie tiene una oficina postal que ofrece servicios comerciales y Jay lanzó un disco de música acústica este año.
Anna y su hijo forman parte de la lista de 11 víctimas mortales confirmadas, pero los otros tres miembros de la familia continúan desaparecidos.
La familia colombiana que estaba a punto de salir del edificio
Luis Fernando Barth, su esposa Catalina Gómez y su hija Valeria, de 14 años, habían viajado a Miami desde Medellín, Colombia, para pasar las vacaciones y aprovechar para vacunarse contra el covid-19.
El mismo día del colapso, la familia tenía previsto salir del edificio en el que estaban alojados para pasar el resto de sus días de descanso junto a un hermano de Luis Fernando.
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Sergio Barth, quien vive en Miami, habló con su hermano la noche del miércoles y esperaba encontrarse con la familia al día siguiente para recibirlos. Pero nunca ocurrió.
«Yo les había facilitado un celular de acá, pero timbra y timbra y nadie contesta», dijo Sergio poco después del siniestro.
Su hermano y su cuñada son abogados. Él ha estado vinculado a proyectos públicos y de innovación en Medellín.
«Será difícil encontrarlos, pero mientras haya una luz de esperanza debemos esperar y confiar», dijo el familiar a periodistas.