El jueguito de los partidos políticos de desafiar la autoridad de JCE, que ha obligado al órgano electoral a emitir dos advertencias en menos de un año recordándoles que la campaña a destiempo está prohibida, solo se terminará cuando pase de las palabras a las acciones y aplique las sanciones correspondientes a los que violen las leyes de Partidos y de Régimen Electoral, como lo sería no aceptar las candidaturas de los aspirantes que sigan promocionándose fuera de los plazos
Porque sin un sistema de consecuencias efectivo, que funcione para todos, para los que están en el gobierno y los que están en la oposición, no habrá forma de obligarlos a respetar las reglas del juego, que es precisamente lo que ha faltado hasta ahora y explica que los dirigentes de los partidos hayan llegado al convencimiento de que la JCE no se atreve a ponerles el cascabel.
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Lo gracioso es que la mas reciente de esas advertencias no solo recibió el respaldo inmediato de organizaciones de la sociedad civil como Finjus y el Codue, que la calificaron como necesaria y oportuna para evitar que nos obliguen a estar en campaña electoral los 365 días del año, sino también de partidos de oposición como la Fuerza del Pueblo y el PLD, cuyo candidato presidencial en las pasadas elecciones acaba de llamar a los peledeístas a levantarse y luchar por la patria ante los desafíos que enfrenta la República Dominicana, a los cuales el gobierno -dice- permanece indiferente.
Que es una manera inteligente, pero también cínica, de burlarse de las leyes electorales y la autoridad de la JCE, pues hace rato se dieron cuenta de que por mas que ladre a la hora de la verdad no se atreverá a morder. Y probablemente tengan motivos para pensar de esa manera, ya que es lo que ha ocurrido hasta ahora, lo que les ha enseñado la experiencia. Toca al órgano electoral, a quienes lo dirigen, probar lo contrario, pero para eso deben demostrar que no les tiembla el pulso para valerse de la capacidad sancionadora que le otorga la Ley de Régimen Electoral.