Vulnerables, las niñas enfrentan serias dificultades por ser niñas: tienen menos acceso a la educación, la salud y la protección. Además son víctimas de uniones tempranas, embarazo en la adolescencia, trata y violencia física y sexual.
Las estadísticas mundiales son duras: cada 10 minutos una adolescente muere por causas violentas, mientras que cada día más de 20,000 niñas son casadas y 31 millones que deberían ir a la primaria se encuentran sin escolarizar (hay 4 millones menos de niños que de niñas sin ir a la escuela). En cuanto a las más grandes, casi 1 de cada 4 niñas de entre 15 y 19 años no recibe educación, capacitación o empleo (los niños son 1 de cada 10).
Con la intención de crear conciencia en torno a la situación de las niñas, el 11 de octubre del 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña. La jornada busca sensibilizar a la gente sobre la necesidad de que las niñas rompan el ciclo de la discriminación y la violencia. Esa es la intención de la diputada Magda Rodríguez al proponer el Día Nacional de la Niña. No se trata, como dicen diputados del paleolítico, de desintegrar la familia: es lograr que las niñas vivan en condiciones óptimas para poder tener -en el futuro- una familia funcional y sin traumas.