Hoy en día existen un montón de estilos de bikinis, para verano, para invierno, de varias piezas, colores y modelos. Inclusive, dejaron de ser una prenda solo para momentos de pileta o playa. Y este 5 de julio es el Día Mundial del Bikini.
Se celebra desde 1946, día en el que un ingeniero frances llamado Louis Réard presentó esta prenda en sociedad con la bailarina Micheleline Bernardini como modelo.
Desde ese momento, la creación de Réard cambió el rumbo de la moda y augura una larga duración.
Origen
El origen de lo que hoy conocemos como una bikini se puede situar en el año 1600 a.C porque en la villa romana del Casale, actual Sicilia, una serie de mosaicos muestran a mujeres vestidas con prendas de dos piezas.
Estas figuras se repiten en representaciones femeninas en diversos lugares de Italia y en historias sobre las atletas griegas. Sin embargo, la bikini propiamente dicha acaba de atravesar su aniversario número 70.
La historia cuenta que Louis Réard, un ingeniero mecánico francés, se vio a cargo de la empresa de lencería de su madre en los años ’40 y decidió dedicarse de lleno al diseño de indumentaria.
Mientras pasaba sus vacaciones las playa de Saint Tropez, notó que las mujeres se arremangaban sus largos e incómodos trajes de baño para conseguir un mejor bronceado, lo que lo inspiró para diseñar un traje de baño que tuviera la panza expuesta. Pero tenía competencia.
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En mayo de 1946, el diseñador de moda Jacques Heim creó un traje de baño de dos piezas que nombró como «Átomo» y que publicitó como «el traje de baño más pequeño del mundo».
Sin embargo, todavía no era lo suficientemente pequeño como para dejar el ombligo al descubierto, uno de los mayores tabúes de la época.
Réard quiso superarlo y creó una bikini con sólo 194 cm² de tela, suficiente para cubrir los pechos y la entrepierna que publicitó como «el traje de baño más pequeño que el más pequeño del mundo».