El pollo frito es uno de los tantos manjares que son “para chuparse los dedos” y es que puede salir con todo tipo de ensaladas, aderezos y acompañamientos, por lo que, cada 6 de julio se celebra el Día Internacional del Pollo Frito, un clásico americano popularizado por el reconocido coronel Sanders hace tiempo atrás.
Según explican los principales chefs del planeta, la popularidad del pollo frito data desde la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), cuando esta comida se consideraba todo un manjar para la sociedad norteamericana.
Si bien la culinaria destaca que la receta es sencilla, debido a que solo incluye masa y se fríe, el secreto está en la utilización de las 12 especias selectas que ha usado el coronel Sanders para popularizar su pollo frito en los Estados Unidos y en todo el mundo.
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¿Hay que lavar la carne?
¡No! Aunque sea una costumbre no deberíamos porque aumentamos su temperatura y eso la vuelve riesgosa como lugar para que proliferen bacterias.
Pero antes que eso, ¡no debería venir sucia! Nada de nada. Si encontramos restos de aserrín, plástico, condimentos, pan rallado, o lo que sea, indica que debemos cambiar el lugar donde la compramos porque no han cumplido con las buenas prácticas.
Por último, como la vamos a cocinar, no es necesario lavarla. Sí, conservarla en lugar frío y si la vamos a congelar, es mejor hacerlo en pequeños trozos, porque eso favorece que se concentren más microcristales en su interior. Es lo que detiene el agua donde crecen las bacterias.
Pollo, tampoco se lava
Al igual que la carne no es aconsejable lavarlo, tampoco el pescado, porque esto aumenta el riesgo de propagación de la bacteria Campylobacter spp en las manos, las superficies de trabajo, la ropa y los utensilios de cocina debido a la salpicadura de gotas de agua.